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5 de octubre de 2001

El pelotazo del «pollo a la Pantoja»


Como bien saben, el pollo acostumbra a ser uno de los elementos desestabilizadores de las políticas antiinflacionistas de cualquier gobierno: una subida del precio de este animalito, de carne sabrosa y saludable, se lleva por delante las previsiones del mejor ministro de economía que haya y obliga a revisar todos los paquetes de medidas coyunturales que se puedan tomar. La cosa es así de cruda.

El nombre es sencillo como la receta. Nada de “Alitas y contramuslos de pollo de corral al suave aroma del romero”

El pollo se consume en casi todos los hogares, asado, en salsa, al ajillo, con arroz; lo comen aquellos que quieren adelgazar, los que están delicados de colesterol y los que están, simplemente, como una rosa. Pero, por lo general, no es plato de restaurante. Sólo unos cuantos se atreven a hacer de un bicho como éste un plato de esos que lleva siete nombres y cuatro especias. Que yo sepa, sólo la Pantoja se ha arriesgado públicamente con ello.
Y el éxito ha sido tal que el precio ha oscilado desde las 900 pesetas con que arrancó a las 1.600 (9´62 euros) que vale ahora. El nombre, por demás, es sencillo como la receta: “Pollo a la Pantoja”. Nada de “Alitas y contramuslos de pollo de corral al suave aroma del romero con verduras de la huerta”. No. “Pollo a la Pantoja”. Así es como se llama la sensación gastronómica de la temporada. No se sirve en Zalacaín, ni en Bigote, ni en Secundino: se sirve en Fuengirola y en un restaurante en el que, dicen, había que pedir mesa con unos meses de antelación (ya no; si llama hoy, se la darán encantados para mañana). No deja de ser un simple pollo en salsa, hecho con cerveza y tomate y pimiento y especias, o sea, como el de toda la vida... pero ha pegado el pelotazo.
La inflación puede que se desate, el país puede que se tambalee en época de recesión, pero Isabel se está forrando con el pollo. Nada que objetar, por otra parte: al fin y al cabo también se forra Lucio con unos simples huevos con patatas por los que te cruje 2.500 del ala.

Isabel se está forrando. Al fin y al cabo también se forra Lucio con unos simples huevos con patatas por los que te cruje 2.500 del ala

Yo estoy por montar un restaurante y especializarme en filete de ternera a la plancha o verdura, que es lo que se acostumbra a comer en casa. Eso sí, le pondría un poco de tontería al nombre para adornarlo: “El corte de ternera braseada al aroma de especias indias”, “el arroz de pastor con agua aceitada al enebro” y “las verduras de temporada vaporizadas con patatas de la Rinconada a la reducción de zumo de aceitunas verdes”. Con eso y un buen puyazo en el vino... que se prepare la inflación.


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05/10/2001 | El pelotazo del "pollo a la Pantoja"

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