Uno de las servidumbres que acarrean los cargos más representativos de los españoles es asumir aspectos formales que promocionen lo colectivo y patrio. Véase la moda, por ejemplo.

A lo mejor a Doña Letizia lo que le gusta de verdad es la moda húngara, pongamos por caso, pero con lo que debe de vestir es con moda española ya que su ejemplo ayuda no poco a una industria siempre precisa de promoción y cuidados.

Cuando apareció vestida por Armani en su petición de mano, muchos torcieron el gesto y criticaron que hubiera elegido a un diseñador extranjero para un acto tan solemne, habiendo como hay artistas españoles de primera línea.

Lorenzo Caprile está cosiéndole como un poseso varios modelos y Felipe Varela y Miguel Palacio también han recibido encargos

Después de tomar nota, la futura Princesa de Asturias se puso a recorrer los estudios de los principales y encargó diversos trajes a no menos diversos creadores: sabemos que Lorenzo Caprile está cosiéndole como un poseso varios modelos, especialmente uno de fiesta con el que está espectacular, según sus palabras –las de Caprile, no las de Doña Letizia--, y que utilizaría para alguno de los compromisos que tienen por delante este verano, tipo boda de “los Dinamarca”, que así se referirán entre ellos, o “los Jordania”. Caprile, que es un artista magnífico, no es el único.

Parece que Felipe Varela y Miguel Palacio también han recibido encargos para renovar el fondo de armario, pamelas incluidas. La zapatera Pura López se encargará de que esos taconazos imposibles sobre los que la novia debe de hacer equilibrios diarios sean lo más elegantes y cómodos posible: cuando tu pareja te saca dos cuartas, hay que sufrir y elevarse, con lo que ya sabe la futura princesa que toda su vida pública va a contemplarla desde el observatorio de dos tacones.

La Reina llevará un pequeño bolso donde guardar el pañuelo para el llanto que parece exigible a toda madre que casa a su hijo varón

Hemos sabido que Margarita Núñez está haciendo el traje de la Reina: parece que nuestra soberana será la única en vestir de largo, no llevará guantes y sí un pequeño bolso donde guardar el pañuelo para el llanto que parece exigible a toda madre que casa a su hijo varón. Y más con lo que ha tardado este. La mantilla, dicen, será una sorpresa. Como también lo será el modelazo que elija la Infanta Elena y que podrían andar por su línea clásica de diores y chaneles. La otra Infanta, Doña Cristina, ha escogido a Jesús del Pozo.

La moda española, en líneas generales, puede estar satisfecha. Desde el vestido principal de Pertegaz, todo serán oportunidades para mostrarse al mundo entero y beneficiarse de la promoción que eso conlleva. Espero que cosan bien y estén inspirados.