18 de abril de 2024
 
   
     
     
Últimos artículos
Las cosas de la termita [ABC]
Otra vez el «Francomodín» [ABC]
RTVE, el carguero de Baltimore [ABC]
«Nine to Five» [ABC]
¿TikTok nos espía? [ABC]
¿Cómo quiere el señor la amnistía? [ABC]
Todo a su tiempo y por orden [ABC]
Diez Minutos
VER-ORIGINAL
6 de mayo de 2004

Pe, 30 años entre Jolivú y Alcobendas


Me cuentan que Penélope Cruz acaba de cumplir treinta años y la primera sensación que me asalta es la de que lleva más de media vida expuesta a las cámaras, con lo que parece que deba cumplir cuarenta o cincuenta. Pero no, son treinta, que es una edad estupenda y que brinda aún la percepción personal de juventud. Luego llegan los cuarenta y las odiosas crisis y los personales agobios con los que cada uno va entrando en el fatídico cuatro, aunque para eso le quedan aún diez años --que no son nada, de acuerdo--  que bien exprimidos pueden reportar pequeñas eternidades. Treinta años, madre mía.

Empezó siendo una chiquilla, está claro, si no las cuentas no salen, porque yo, que ya calzo los que calzo, tengo la idea de haber pasado media vida viéndola y admirándola.

O Penélope se enamora de aquellos con los que rueda o bien rueda con aquellos de los que se enamora; sale a romance por celuloide

Lo ha celebrado, por lo visto, con la grandiosidad afectiva con la que uno celebra el cambio de primer dígito, con patatas chips y botellas de fanta, familia, amigos… y amores, antiguos y actuales.

La de Penelopita ha sido una suerte de vida retransmitida que ha pasado ante nuestros ojos en su integridad, con lo que nos lo sabemos todo y así podemos elucubrar ante la presencia de unos y otros: dos hombres, parece que transcendentales, brindaron con ella. Uno es Nacho Cano, amor primero de los primeros andares afectivos, y el otro el muchacho este de nombre complicado con el que ha rodado una película y en el que dicen estaría una de las razones de su ruptura con el consabido Tom, el cual, que se sepa, no ha aparecido esta vez.

O bien Penélope se enamora de aquellos con los que rueda o bien rueda con aquellos de los que se enamora, pero sale a romance por celuloide, bien sea real o bien asignado.

Algunos aseguran que la presencia del músico del Mecano prodigioso se debe a que andan en renovados amoríos

Algunos aseguran que la presencia del músico del mecano prodigioso se debe no sólo a su honda y sincera amistad, sino a que ha reverdecido aquél picor de los años más mozos y andan ahora en renovados amoríos, cosa que le encantaría al personal de a pie, siempre dado a revivir las historias de amor de los demás como quien revive un fuego ajeno después de haberse apagado.

Más bien parece esa cosa tan progre y moderna que han conseguido las últimas generaciones de juntar a diversos amores en una misma fiesta sin que eso suponga tensión ninguna, es decir, haciendo bueno eso del “somos unos grandes amigos con un rollazo que ni te imaginas y tal y tal”. Yo me alegro, conste; y más me alegraría que los próximos treinta años de Penélope también pasasen ante nuestros ojos y estuvieran llenos de éxitos profesionales y personales, ya que eso querría decir que cada uno estamos en nuestros sitios respectivos, ella en Jolivú o en Alcobendas celebrando cumpleaños y nosotros aquí mismo contándoselo a la gente. En cualquier caso, bien vividos están los que acaban de caer. Felicidades.


enviar a un amigo comentar
[Se publicará en la web]
facebook

Comentarios 0

Traducir el artículo de 


Buscador de artículos
Título: 

En el texto del artículo

Texto de búsqueda: 


Administración
  Herrera en la red
  Herrera en imágenes
  Sitios que me gustan
 
©Carlos Herrera 2003, Todos los derechos reservados
Desarrollado y mantenido por minetgen, s.l.