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Carlos Herrera  

Los Psicópatas con Diego Martínez 

COPE

Ramiro Artieda es un criminal sexual oriundo de Bolivia, que durante 1937 a 1939, mataba a mujeres que tenían en común un gran parecido con su ex novia. Artieda nació el 4 de septiembre de 1889, y su locura llegó a extenderse tanto que mató a su hermano Luis Artieda solo para obtener una herencia.

La novia de Ramiro le puso un ultimátum que le daría rienda suelta a la maldad de aquel hombre enamorado, pues le dijo que si deseaba casarse con ella debía proporcionarle una vida sin apuros económicos. La mujer no dudo en fijar sus deseos para acceder a subir al altar, y Ramiro solo pensaba en complacerla. Es por ello que, el joven amante planeó acabar con la vida de su hermano para heredar la herencia familiar y así cumplir los deseos de su prometida. Tal como tenía pensado, asesinó a su hermano.

La policía sospechó de Ramiro desde el primer momento pero por falta de pruebas que pudieran incriminarlo lo tuvieron que dejar en libertad. Irónicamente, su novia tampoco creyó en su inocencia, así que lo abandonó desatando una maldad increíble.

Ramiro se mostraba como un hombre abatido. Con dinero, pero sin novia, decidió emprender un viaje a Estados Unidos para convertirse en actor, hecho que logro y al cabo de unos años volvió a Bolivia para explotar sus dotes actorales matando sin escrúpulos. Usaba sus conocimientos para envolver a las inocentes mujeres y atacarlas sexualmente, valiéndose de diversos personajes como profesor, sacerdote, productor de cine y vendedor.

Las estrangulaciones cometidas por Ramiro Artieda se iniciaron con Margarita Ríos, una chica que fue encontrada en un edificio abandonado de Cochabamba. La siguiente muerte fue la de Luisita Toranza en Oruro, cuyo cadáver fue localizado en otro edificio abandonado. Otra muchacha más fue llevada con engaños a un apartamento en La Paz, capital de Bolivia. Supuestamente, había sido invitada por un ejecutivo de una compañía cinematográfica para participar en un casting, sin embargo, se trataba de otra de las mentiras que había tramado Ramiro para conseguir una nueva víctima para sus fatales planes.

Luego, para matar a María Pérez, se disfrazó de profesor, le hizo pensar que le daría una importante explicación y la asesinó en uno de los salones de su colegio en noviembre de 1937. Mariana Aramayo jamás pensó que algo malo le pudiese suceder si caminaba a la iglesia acompañada de un monje, pero desafortunadamente era un actuación más de Ramiro para acabar con la vida de esta chica. Su cuerpo fue encontrado detrás de un altar.

Julia Cáceres fue la última joven que cayó en manos de Ramiro Artieda. Para engañarla, el sujeto le hizo creer que era un vendedor. La asesinó en diciembre de 1938 y como las víctimas anteriores, fue estrangulada.

La policía investigaba pero no conseguían averiguar nada, aunque el 9 de mayo de 1939, el caso dio un giro de 180 grados. La novena víctima del asesino, pudo escapar y denunciarlo, así Ramiro fue detenido y confesó todos los asesinatos cometidos sobre las jovenes, incluso el de su hermano.

Finalmente, en el juicio fue sentenciado a la pena de muerte y posteriormente fue fusilado en la cárcel de Cochabamba el 3 de julio de 1939.