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Carlos Herrera  

 

COPE

Con cinco años, se lo llevaron las fuerzas nazis al gueto de Lodzm, para pasar a tres campos de exterminio antes de participar en la Guerra de Yom Kipur

Coincidiendo con el 75.º aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz por el Ejército Rojo, este viernes ha sido entrevistado en 'Herrera en COPE' Jacobo Drachman, superviviente polaco de tres campos de concentración nazis y que recientemente visitó nuestro país invitado por el Centro Sefarad - Israel. Con cinco años, se lo llevaron las fuerzas alemanas, un instante que recuerda "todos los días".

"Sin ropa, sin juguetes, sin nada. Entraron unos señores polacos con alemanes y preguntaron si vivían judios. Vieron que éramos judíos y nos dieron tres minutos para salir: o por la ventana o por la escalera", ha recordado.

Drachman fue al gueto de Lodzm, donde estuvo cuatro años. "Vivíamos con muy poca comida, solo los que trabajaban recibían un permiso para más comida", ha revivido. Del encierro recuerda el frío del invierno polaco y el estudio de la Biblia.

Después lo llevaron a Auschwitz-Birkenau con sus padres. De este campo recuerda que "había dos chimeneas grandes, altas", de las que decían que "eran fábricas" en las que iban a trabajar, pero "ahí se quemaba gente"

De Auschwitz se salvó porque saltó a una fila en la que estaba su padre. "Las mujeres se las llevaron a otro lado con los niños. Me agarré de la mano de mi padre y dije: 'De aquí no me voy'". Allí, en Auschwitz, Drachman conoció al sanguinario doctor Mengele, al que pudo "mirar a los ojos"

"Nos llevaron a una sauna, nos bañaron, me cortaron el pelo, me dieron un pijama. Ya era uno de los muchachos", ha dicho.

De Auschwitz pasó a Stouff, aunque el día que lo despertaron para ir pensó que lo iban a quemar porque les habían dicho: "Ustedes entran por esa puerta y salen por la de arrriba, por la chimenea".

Stouff era má pequeño que Auschwitz, pero "más terrible". Allí su padre trabajó en una cámara de gas y él logró salvarse tras hacerse pasar por un operario.

Después de Stouff se fue a Dresde, lo que recuerda como "un paraíso" porque había calefacción. Allí Drachman trabajó haciendo balas.

Años después de que los soldados del Ejército Rojo liberaran Auschwitz, Drachman fue reclutado para participar en la Guerra de Yom Kipur.

"El tiempo y los buenos pensamientos, que no se odie más, que nunca suceda, no nunca más, que nunca suceda, y no perdonar mucho y no odiar a nadie. El odio hay que olvidarlo", ha dicho Drachman, que ha denunciado el antisemitismo que a día de hoy sufren los judíos en el mundo.