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Carlos Herrera  

 

COPE

Dedica una biografía al desaparecido periodista Manu Leguineche

Cuando se matriculó en la Escuela oficial de Periodismo, le pidieron que debía detallar las razones por las que quería ser periodista. A un chico, en la frontera de los 20 años, le preguntaban por qué quería ser algo cuya vocación no se explica.

Solo pudo escribir que el periodismo era cultura, que podría haber sido un “hijo de papá”, pero que le importaba una satisfacción espiritual que encontraba en el periodismo. Esa era la declaración de intenciones de Manu Leguineche.

Un hombre que de niño le pedía libros y cuadernos a los Reyes Magos, que fue capaz de escribir novelas con solo 14 años, que querría salir de su mundo para contar otros, y que sería el maestro de otros, y el jefe de una tribu que puede que ya no vuelva a existir.

Por todo lo que dejó, y por lo fascinante de todo lo que vivió, Víctor López, profesional de la comunicación, ha escrito una biografía de Manu Leguineche, donde parece que literalmente le acompañemos en cada movimiento. “Manu Leguineche. El jefe de la tribu”. Además, está preparando un documental sobre la vida y la vocación del periodista.

Este trabajo de Víctor López, lo ha hecho “a través de los testimonios de su familia y amigos cercanos” tras año y medio haciendo entrevistas, para escribir este perfil de una persona “irrepetible y ejemplar”.

Dice López sobre Leguineche, que su interés por la historia empezó a través de los libros y llevó a efecto por encima de las carreras universitarias. Y destaca "la importancia que le daba a la gente".

"Decía que la tecnología mataría el periodismo puro, y a través de sus agencias periodísticas trataba de huir de eso. Siempre prefirió la independencia." “Aprendían de él, más que en una carrera”, les inculcaba los valores de búsqueda y de rigor. “la independencia y la coherencia ha sido el punto fuerte de Manu Leguineche”, el quería ser un reportero porque creía que las cosas traspasaban una oficina. Dice Víctor López, que hay que ser honesto con lo que haces, y dice que su tribu es complicado decir cuál es, pero que gente como Manu simboliza la esencia de lo que él quiere seguir. Por eso, Manu Leguineche sigue siendo un referente, aunque se estudie menos de lo debido en las facultades de la información.

“Aprendían de él, más que en una carrera”, les inculcaba los valores de búsqueda y de rigor. “la independencia y la coherencia ha sido el punto fuerte de Manu Leguineche”, el quería ser un reportero porque creía que las cosas traspasaban una oficina. Dice Víctor López, que hay que ser honesto con lo que haces, y dice que su tribu es complicado decir cuál es, pero que gente como Manu simboliza la esencia de lo que él quiere seguir.

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Manu Leguineche. El jefe de la tribu

De la mano de estos numerosos amigos, casi todos compañeros de profesión, va Víctor López reconstruyendo una trayectoria vital trepidante, extraordinariamente documentada –donde por ejemplo rescata una deliciosa novela policíaca infantil titulada Niebla funesta-, que es también la historia del periodismo español de los últimos cincuenta años.

Un libro de aventuras, pero también un texto fundamental para todos los que vivieron aquellos tiempos y para las nuevas generaciones de periodistas.