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Carlos Herrera  

La historia del día en 'Herrera en COPE' 

COPE

Se llamaba Lola o así la han bautizado los científicos. Vivió hace 6.000 años en la actual isla de Lolland, en Dinamarca, y masticaba chicle o algo parecido.

De esa especie de chicle prehistórico, que aún conserva la marca de los dientes, un equipo de arqueólogos ha logrado extraer el ADN completo de la persona que lo masticó.

Han descubierto que era una mujer joven, tal vez una niña, tenía la piel y el cabello moreno y los ojos claros y perteneció a un grupo de cazadores de la Europa continental de finales del Paleolítico.

Los investigadores también han descubierto las bacterias que tenía en la boca y hasta lo que había comido antes de masticar esta goma milenaria: pato y avellanas.

Ese chicle no era más que resina de abedul, usada durante miles de años como adhesivo natural para las herramientas y armas.

Es posible que también se utilizara para calmar el dolor de muelas, ya que tiene propiedades antisépticas y antibacterianas.

Fue encontrado en el yacimiento arqueológico de Syltholm, en Dinamarca, enterrado bajo una capa de lodo que ha contribuido a su conservación.

Se trata de la primera vez que se ha podido extraer el genoma humano completo a partir de algo que no sea un hueso o un diente. Algo casi imposible hasta ahora.