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Carlos Herrera  

El debate electoral se cierra sin un claro ganador y sin salidas al bloqueo político que vive el país 

COPE

 

Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

 

Ya son las 08:00 de la mañana de este martes 5 de noviembre del 2019 en el que se vislumbra alguna cierta bajada de temperaturas, adecuándose un poco a lo que le corresponde, que es el mes de noviembre.

Y ayer, independientemente de que usted se levante a las 06:00, a las 05:00, a las 07:00 se realizó un debate electoral que acabó la 1:30 de la mañana. Todas estas cosas de la concertación que se llena la boca diciendo, " las familias no sé qué", oiga, un programa de estas características que dura 4 horas, o que dura 3 horas y media, no puede empezar a las 10 o a las 10 y pico, tiene que empezar a las 8. Dicen: "no, es que las televisiones tienen problemas". Bueno, pues si las televisiones tienen problemas que los solucionen, pero no puede estar la gente hasta la 01:30 viendo, por regla general, cosas más o menos aburridas.

¿Que pasó ayer?

Miren, en un debate a 5 es muy difícil ganar con claridad. Salir uno a hombros y los otros por la gatera es complicado. Puedes hacer valoraciones concretas sobre el asiento descriptivo, la elección de los temas, la habilidad en la exposición, pero nadie suele arrasar porque en lo que uno se equivoca en una cosa suele acertar el otro en otra y viceversa. Se puede ganar algo. Efectivamente,puedes ganar algo de confianza. Pero en los debates lo que normalmente suele pasar es que puedes perder bastante. Perder bastante es una de las características en la historia de los debates, que así lo lo enseñan, que suele ocurrir. Para decirles que ayer alguien perdió mucho y otro ganó poco, quizá tampoco sirva. Debate, debate, debate, debate hubo poco debate porque entre cinco debatir es complicado. Los debates son para dos personas, uno y otro, calle usted, hable usted.

Aquí lo que hubo fue cinco mítines. Fue un debate relativamente tranquilo y yo tengo serias dudas, la verdad, le confieso. Yo he visto el debate después y, además, en resumen a partir de las 03:00 de la mañana porque a esass horas uno tiene que estar preparando.... Y de lo que he visto, yo no sabría decirle a usted si esto ha sido capaz de motivar el voto o motivar el cambio de voto de alguien.

Sí puedo decirle que como estuvieron o cómo entiendo como estuvieron todos ellos, y hay un cierto consenso en los medios, en decir que Rivera quizá no estuvo mal, pero estuvo algo acelerado, algo ansioso; que Casado anduvo sereno de menos a más; Sánchez temeroso porque sabía que eran todos contra Sánchez; Iglesias dialécticamente solvente, pero demasiado pedigüeño con Pedro Sánchez; y Abascal lo duro que se esperaba, pero con el convencimiento de que se había preparado bien el debate. Sabía lo que tenía que decir, cómo hacerlo. Además, con cierta calma. Él salió ganador, lo cual es bueno para Pedro Sánchez, que de rebote también gana.

Y del debate lo que surge, lo que ayer se habló en ese debate es, efectivamente de nuevo, la imagen del bloqueo. No sirvió lo ayer dicho para transmitir la idea de que puede desbloquearse el país, la política del país, después de las elecciones si las soluciones dan lo que dicen la mayoría de las encuestas. Si dan lo que dice Tezanos es otra cosa. Y puede ocurrir. Ya Tezanos acertó una vez. Es verdad que luego estrepitósamente fracasó otra, pero puede ocurrir.

Sánchez quiere que le dejen gobernar solo y no pagar nada por ello. No es novedad. Es lo que ocurrió en los trámites después de las anteriores elecciones. Y así es muy difícil llegar a ningún acuerdo.

¿De lo de ayer qué queda?

Pues que Pedro Sánchez no renegó de pactar con independentistas, aunque, hombre, fingió exhibir alguna dureza con el secesionismo, pero la justa. Sánchez era quien más arriesgaba, el que más podía perder. Yo no sé si perdió votantes, pero me cuesta creer que ayer Sánchez ganara alguno. Un candidato aburrido que creía estar en el la rueda de prensa de la Monclo. Y añadió que quiere que se le vote a la lista más votada, que es lo que quería Rajoy antes y él decía que no porque estos, ya saben, uno quiere que la lista más votada triunfe cuando es el que gana.

Como les digo, la atención de estos envites le cambia el rictus a Sánchez. Aparece haciendo gestos extraños. Y ayer lanzó tres recetas para arreglar Cataluña.

Vaya, exactamente lo que cambió Rodríguez Zapatero con el voto de Sánchez cuando era diputado y lo que, cuando quiso restablecer Rajoy, ellos se opusieron. Ahora es cuando quiere que los que convoquen referéndums ilegales vayan a presión. Pero lo mejor estuvo en que Sánchez dijo una frase que es... "No hay nada más fuerte que la verdad". Y que lo diga el tío más embustero que hay en política en España tiene su gracia. Tiene su gracia.

Los demás, vamos a ver, como les digo, Albert Rivera, como dice David Gistau, lleva siempre un maletín del que saca cosas de mago. Ayer sacó un adoquín roto de Barcelona como símbolo del desgobierno

Y Pablo Casado anduvo brillante, en algunos momentos muy conciso. Le preguntó a Sánchez: "¿Piensa pactar con los separatistas sí o no?" No había manera, callado como una puerta, mirando los papeles, sin mirar siquiera a los otros dos.

Mientras tanto, Pablo Iglesias quería arrancar una promesa de coalición a Sánchez y la verdad es que no lo consiguió. Y Abascal el que mejor miró a cámara con tono explicativo y calmado hablando de asuntos nada fáciles como la inmigración.

Y mientras tanto, en las calles de Barcelona el separatismo volvió a mostrarse como es: toda la basura, la chusma violenta que intentó impedir que la gente entrara en el Palacio de Congrersios para escuchar a una chiquilla, a una joven, a una adolescente que es princesa de Gerona, además de Asturias, y que ayer hablaba así en catalán.

Oiga, que yo sé de esto, habla catalán bastante mejor que Montilla, que Rufián, que Rovira y que muchos de los que hacen de la lengua, en fin, un estilete, poco menos que un estilete. En la calle paso de todo. Bueno, querían enviar a Josep Bou al gulag.

Esta es la Cataluña de la emergencia independentista: niñatas de mierda y niñatos exactamente iguales, queriendo enviar al gulag, sabrán estos lo que es un gulag, a personas decentes que quieren hacer su vida con normalidad. Eso es lo que hay en Cataluña. Eso es lo que hay en Cataluña.