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Carlos Herrera  

 

COPE

Alejandro Ibáñez ha escrito y dirigido una película para homenajear a su padre Chicho Ibáñez. También interpreta un papel que solo sus familiares entenderán: "habla sobre mi padre de una manera cinematográfica, una manera de hablar de lo mucho que quiero a mi padre y lo que he aprendido con él". Los actores que ha elegido para contar esta historia de terror son Carlos Urrutia que "le conozco desde los 20 años y hemos sido como hermanos. Tanto que antes de escribir el guión, ya había pensado en él". La película de Ibáñez, "Urubú", está llena de guiños a sus películas "sin pretensión de ser la película del año". Chicho llegó a ver el primer trailer, y "tenía muchas ganas de hacer el montaje conmigo".

Hacer una película de terror de día, no es nuevo para padre e hijo. "En el terror siempre vamos a la oscuridad y la habitación cerrada donde no escapar del monstruo, pero en exteriores también se puede". La película de Alejandro está rodada en Brasil, donde ya hizo algún rodaje de cortos, "es un lugar impresionante y un reto porque rodar en la selva amazónica, donde más cambios climáticos hay, es muy difícil, cambiamos el guión del rodaje porque se complicaba mucho". Por no hablar de cómo vivieron en medio de la selva "a tres horas en lancha rápida a la zona de civilización". Confiesa Ibáñez en Herrera en COPE, que su padre puede que no le hubiera dejado rodar esta película: "Sabe lo que es el cine, sabe que me pueden dar por todos lados con las críticas y que rodar en la selva es muy difcil me hubiese recomendado que no lo hiciera."

Ante la pregunta de Carlos Herrera de si el terror debe dar miedo o debe entretener, el director responde con contundencia: "El terror fundamentalmente entretiene. Por muy malas que sean las películas de terror, siempre van a entretener. No hay miedo, hay sustos. Yo diferencio estas dos cosas. Miedo es el tempo lento, como el exorcista que es mi película favorita, miedo es algo que puede ser real."

Dice Alejandro Ibáñez, que "lo más difícil de ser director es q te respete el equipo entero". Sus peores historias para no dormir son las guerras, la soledad y las envidias. Algo que nunca le dijo a Chicho, "nunca le he dicho lo suficiente lo mucho que lo respeto y le quiero". Se lo habré dicho pero no lo suficiente". Ahora le queda el homenaje eterno de las películas que duran para siempre.