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Carlos Herrera  

La historia del día en 'Herrera en COPE' 

COPE

El Tribunal Supremo de Portugal ha condenado a un matrimonio a pagar mil euros a los vecinos por el cacareo nocturno de sus gallos y gallinas.

El caso se remonta a 2012, cuando un matrimonio de Arcos, cerca de Braga, decidió construir un gallinero a cuatro metros de una ventana de una casa colindante.

Los vecinos denunciaron los olores y ruidos que producían las aves y exigieron la retirada del gallinero porque no podían dormir de una forma "reparadora, adecuada y razonable".

Un tribunal de primera instancia declaró improcedente la denuncia. En segunda instancia, el juez dio la razón a los denunciantes y el caso terminó en el Supremo, que acaba de fallar en contra de los plumíferos.

El Tribunal reconoce que diez gallos y gallinas hacen un ruido "estridente" entre las tres y las cinco de la madrugada.

Considera que el derecho al reposo, al sueño y a la tranquilidad prevalece sobre los intereses de la crianza de gallinas y gallos.

Y añade que la privación de sueño y de descanso provocan alteraciones fisiológicas en los vecinos y tiene consecuencias en el ámbito personal, profesional y social.

En esa zona de Portugal, las piquetas de los gallos ya no cavarán buscando la aurora.