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Carlos Herrera  

Hemos venido al Consejo General de dentistas de España 

COPE

 

Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

 

Son las 8 son las 7 en Canarias de un día en el que hemos venido al Consejo General de dentistas de España a contarles cosas que tienen que ver con la salud bucodental. A que nos aconsejen y nos aclaren algunas cosas muy interesantes para todos nosotros, para que nos concienciemos además de la relación entre la salud oral y la salud general y para que conozcamos un poco más el trabajo de todos los hombres y mujeres que se dedican a este noble afán en España desde hace muchos años.

Este consejo se creó en 1930, o sea que háganse ustedes una idea. Estamos ante aproximadamente 400 o 500 personas hoy en este auditorio. Todos con la boca abierta porque desde aquí además vamos viendo cada uno lo que tiene.

Porque quién más quién menos un arreglo en el comedor tiene que hacerse antes o después y de eso le hablaremos esta mañana.

Como puede imaginar la actualidad sigue en Cataluña. En la noche de graves incidentes y no pocas detenciones, más de 40 heridos, contando policías.

Llevan presumiendo los anarquistas, independentistas, separatistas, sediciosos... Llámele como ustedes quieran, que el fuego, el humo va a ser la realidad con la que va a haber que convivir estos días. Mañana, el día de la huelga general quemando coches, contenedores...

Barcelona anoche era el sueño de todo anarquista. Querían que fuera la rosa de fuego, como la bautizaron en la Semana Trágica y puede que vaya en camino de conseguirlo.

El señor Torra apareció nada más que unos minutos, bueno, un minuto 45 segundos, ni siquiera unos minutos, sin posibilidad de preguntas, diciendo que él siempre ha condenado la violencia, pero que si alguien está ejerciendo la violencia son infiltrados provocadores que están intoxicando y que están haciendo pasar a millones de catalanes por incendiarios. Es decir, para la primera autoridad autonómica en Cataluña estos son pueden ser guardias civiles vestidos de anarquista o tíos del CNI que están quemando la ciudad, las ciudades.

Y luego, después de eso, y después de una reunión de Gobierno, el tal Quim Torra se va a cortar una carretera. El presidente de la Generalidad de Cataluña se va a cortar una carretera, mientras la comunidad es pasto de barricadas y de disturbios, viendo padres con los bebés en el brazo saliendo de casa, temerosos de que las llamas llegan al balcón. Tíos tirando cohetes a los helicópteros a ver si les dan, incluso, fíjense ustedes, una embarazada en el corte de la carretera pidiendo que la dejasen pasar ante la indiferencia del indeseable, del individuo que dicen que gobierna la Generalidad de Cataluña.

Mientras tanto, pasaba acompañado del fantoche de Ibarretxe, Quim Torra.

Miren, ante una colosal irresponsabilidad política de quienes tienen el deber de garantizar el sentido común, el orden, la convivencia y todo eso, estos delincuentes de la independencia creen que quemando las calles van a poder doblarle la mano al Estado. Están convencidos, creen anular la mano del Estado y otros creyendo que todo esto es, bueno, un simple arrebato de los revoltosos, que es una fiebre pasajera. Lo mejor es esperar que pase.

Así solo vamos a hacer que dar luz verde a un largo camino de revueltas y que es el camino que quieren recorrer y hay que advertir que no es un camino de ida y vuelta, que quieren que sea simplemente un camino de ida.

El Gobierno de la nación debe asumir que el jefe los comandos incendiarios se llama Quim Torra, que es el presidente de la Generalidad y en manos de quién está.

Pedro Sánchez hasta ahora es todo lo indeciso, todo lo inoperante que suele ser, a excepción de cuando tiene que tomar medidas electoralistas. Entonces, hombre, goza de una maniobrabilidad y de una cierta envidiable habilidad. Habría que recordarle que los que encabezan las marchas, los que azuzan a los incendiarios, son los que le apoyaron a él en la moción de censura, son aquellos con los que gobierna en Navarra, en Baleares, los socios del PSC en varios ayuntamientos en Cataluña.

Y mañana, los perplejos ciudadanos de Cataluña tendrán que enfrentarse a una huelga general política. Huelga general política que es algo estrictamente prohibido por la ley. La huelga solamente puede responder a intereses de trabajadores. Los sindicatos principales no se han apuntado, no quieren saber nada absolutamente, está prohibida. Por una parte, la Consejería de Trabajo lo recuerda, la declara ilegal en ese sentido y, por otra parte, lo que hace es establecer servicios mínimos. Es esquizofrenia absoluta.

Y Sánchez, habría que preguntarse si está combatiendo con efectividad la alteracion del orden publico. También va en contra de su gobierno, que tanto se mueve a golpe de electoralismo. Un dirigente autonómico que corta carreteras, que encabeza manifestaciones violentas, no puede estar en el cargo un solo día más. Y no se puede dejar a una sociedad cautiva de los independentistas. No se puede dejar solos a estos catalanes que se están dando cuenta, como ayer escribía Salvador Sostres en ABC, que la República era esto.

¿Qué se puede aplicar?

Pues miren, se pueden aplicar varias cosas y les explico la diferencia. ¿La Ley de Seguridad Nacional qué es? Una ley que se puede aplicar si hay carencias. La actuación de las fuerzas de seguridad ahora parece que están bien coordinadas, tanto la policía como los mossos.

Se puede aplicar el 155 que ya sabemos lo que es. El 155 quiere decir que se asumen todas las competencias de la autonomía y que el presidente de la autonomía deja de ser el que está y un funcionario es nombrado para coordinar los diferentes quehaceres tal y como ocurrió en la anterior.

Luego hay una cosa que se llama estado de excepción, estado de alarma, estado de sitio. Son 3 estados diferentes. El estado de alarma es cuando se paralizan servicios básicos, Zapatero lo puso en marcha cuando la huelga de controladores, que no era una huelga, por cierto, puramente dicha. Si los poderes ordinarios de la autoridad no bastan para mantener la normalidad está el estado de excepción y de sitio, pero son otros instrumentos, evidentemente. Suponen suspensión de derechos, es decir, pueden existir registros sin orden, detenciones que van a durar 10 días, pueden intervenirse las comunicaciones y se reserva evidentemente para situaciones de gravedad. Ahora lo que tenemos que decidir es si es grave o no es grave lo que está ocurriendo en Cataluña y lo que puede ocurrir mañana. Se lo dejo a su consideración.