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Carlos Herrera  

 

COPE

Los CDR llevan el caos al centro de Barcelona causando graves altercados

Es miércoles. Es 16 de octubre del 2019 y son las 8 de la mañana. Son las 7 en Canarias de un día agitado, especialmente en una parte del territorio nacional como lo fue el día de ayer. Ese territorio es Cataluña, que es ahora mismo prácticamente la, como le explicaría, la uninoticia habiendo más cosas de las que hablar. Muchas más. Pero, efectivamente, la noticia está centrada en un panorama de disturbios en varios lugares de Cataluña, la ciudad de Barcelona ayer, por ejemplo, a otros puntos.

Disturbios donde sale evidentemente perjudicado en el 99,9% de la población catalana. La población catalana que quiere ahora mismo ir a trabajar o a comprar el pan o a llevar a sus hijos al colegio. Han salido ya las 5 marchas desde diferentes puntos de Cataluña que pretenden dificultar el tráfico en lo que llegan a Barcelona para manifestarse el próximo viernes, que será un día de huelga general en la que el que quiera resistirse va a tener que echarle cuando menos valor. Va a ser el día elegido por los independentistas para, no sé si la traca final, pero algo parecido.

De momento se ha podido restablecer el servicio ferroviario en el tramo Sant Pol Canet y también Lérida-Mollerussa. Además, la línea del AVE de Barcelona a Figueres ha sido suspendida debido a un problema con la fibra óptica, auque se desconoce si se trata de un sabotaje, pero tiene toda la pinta de haberlo sido.

Ayer la Delegación del Gobierno en Barcelona, la Subdelegación en Gerona, Tarragona, Lérida ha sido el objetivo principal de los CDR. Datos oficiales hablan de 74 heridos y 25 detenidos en varios lugares y muchos, pues un parque móvil de 30 a 40.000 personas que están a toque de pito, a toque de llamada en redes sociales, a toque de llamada a través del servicio de telegram y que se mueve conjuntamente y bien organizada donde los Mossos, los antidisturbios están ciertamente desplegando en la medida en la que pueden, con toda la contundencia que también pueden, su servicio, como no hicieron en otras ocasiones.

Miren, a la vista de la contundencia de los Mossos ahora, si esa misma contundencia la hubieran aplicado hace dos años, el 1 de octubre, si los Mossos y los Traperos y la compañía no hubieran hecho el juego a los jefes políticos, el 1 de octubre nunca se habría celebrado. Ahora están echando acorde a criterios técnicos, no politizados, y están haciendo lo que tienen que hacer. Eso puede que les cueste, efectivamente, alguna que otra reprimenda porque, miren, lo que resulta difícil de entender, aunque en Cataluña cada vez el no entender las cosas forma parte del paisaje de todos los días, es que la Generalidad de Cataluña sea la misma que moviliza a tipos que incendian comercios, que incendian motocicletas, contenedores, que cercan edificios oficiales, que quieren rodear algún Mosso y darle una paliza, y a la par es la que envía a la policía para controlarlos o para reprimirlos.

Ello nos lleva a varias preguntas. Miren, varias preguntas que nos hacemos esta mañana y que ahora vamos a ver si intentamos responder. ¿Era previsible todo lo que está ocurriendo en Cataluña como dice el Gobierno? Sí, ¿esos son todos los catalanes, es una expresión manifiesta de la sociedad catalana en general? Evidentemente no. ¿Están bien organizados? Sí. ¿Está la Generalidad detrás de cada acción del Tsunami Democratic? Sí. ¿Son tipos violentos? Mucho. ¿Actuará el Gobierno de España con contundencia ante esta amenaza a la convivencia en Cataluña? Pues no lo sé, pero debería. ¿Van a volver a hacerlo? ¿Van a volver a, como dice y amenaza el señor Torra, van a volver a proclamar alguna vez la independencia, a que no? Palabrería la que quieran, gestualidad la que quieran, papeles firmados me atrevo a creer que no porque saben perfectamente a donde les lleva el firmar papeles.

¿Es un contraste absolutamente esquizoide que la misma Generalidad que azuza los altercados mande a los Mossos a reprimirlos? Evidentemente. ¿Están comportándose los Mossos como corresponde, de forma muy distinta? Ya les he dicho, sí, y de qué manera. ¿Y esto les va a costar alguna reprimenda? Claro que sí. ¿Saben los organizadores de estos altercados: incendios, asaltos, disturbios, violencia en general, que animar a descerebrados como estos puede acabar despertando a la fiera, puede llegar hasta donde ni siquiera puedan controlar cada uno de los gestos de todos ellos? Pues a lo mejor resulta que no, oiga. ¿Es llamativo que instituciones de la sociedad civil catalana esenciales para notables equilibrios, como por ejemplo el Barça, pueden ser víctimas de desafección en amplios espacios como consecuencia de haber apoyado, primero, a delincuentes, a condenados y, además, sumarse como hacen los Guardiolas, Hernández y otros a la actuación de toda esta gentuza? Pues ustedes verán, pero es un club al servicio de delincuentes.

Y la pregunta más difícil de todas: ¿hasta cuándo van a durar los sabotajes, las movilizaciones violetas? No crean que van a acabar aquí ni seguramente mañana. El viernes será la culminación, ya veremos después del viernes, si quieren el lunes nos volvemos a hacer esta pregunta, pero tal y como algunas investigaciones, efectivamente, periodísticas y seguramente los servicios de inteligencia han detectado reuniones entre CUP, Junts per Fricandó, Esquerra, Torra, Puigdemont en Ginebra crearon la idea de ese Tsunami Democratic que consiste en retirar las siglas a todo ello y a través de redes sociales y con coordinación movilizar a individuos que aborregadamente se ponen al servicio de la causa, en determinadas acciones llegan, realizan la acción y, hombre, que de repente se vayan todos como se fueron del El Prat, ¿a qué responde? A que están muy bien organizados.

Es verdad que pueden estar así hasta que se cansen, tampoco son un prodigio de laboriosidad, eh. Es grupo de 30.000 sin grandes cosas que hacer. Pero bueno, siempre estarán atentos para responder a la llamada de los que se pastorean: facinerosos de organizaciones sociales como ANC, Òmnium y compañía.

Esta es la, bueno, seguramente no es agradable, pero la crónica de la degradación y del cansancio ciudadano. Seguramente si sale hoy por Barcelona, por muchos puntos de Barcelona, usted no notará nada porque evidentemente no todos los puntos de la ciudad pueden estar tomados y quemados a todas horas, pero créanme, es importante no olvidar o no mirar para otro lado cuando ocurre lo que ocurre en una comunidad que se ha visto, además, sometida a la tensión de comprobar como los tribunales en un ejercicio, por cierto, ejemplar, han decidido que son delincuentes y reos de sedición.