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Carlos Herrera  

La historia del día en 'Herrera en COPE' 

COPE

Lo ha publicado una revista médica por ser un caso insólito y quizá único. Ha ocurrido en el Reino Unido.

Un hombre de 35 años sufrió un accidente de moto que le provocó una anomalía que nunca se habría imaginado.

Tras el accidente, el motorista sólo sintió leves molestias al andar. Los médicos pensaron que se había magullado el perineo, el área que se encuentra entre los genitales y el ano.

Pero con el paso de las horas se dio cuenta de que algo no iba bien. Comenzó a experimentar una erección que le duró 9 días. Al volver a urgencias, fue diagnosticada por los médicos de grado IV, la mayor en la tabla de evaluación.

En concreto, el hombre sufría priapismo de alto flujo, lo que quiere decir que la sangre no dejaba de ir hacia sus genitales.

Esto suele ocurrir cuando los vasos sanguíneos que rodean los genitales se lesionan o se rompen, normalmente a causa de un trauma físico.

Para drenar toda la sangre y bajar la erección, los médicos tuvieron que utilizar un catéter y crear sus propios coágulos cerca de cada fístula, para que dejara de proporcionar sangre al pene.

Para ello, utilizaron una espuma parecida a un gel que se descompone a las cuatro o seis semanas.

Afortunadamente, el hombre se recuperó y mantiene sus funciones eréctiles en perfectas condiciones.