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Carlos Herrera  

Una empleada de Iveco pone fin a su vida tras viralizarse un vídeo íntimo que había grabado hace cinco años 

COPE

 

Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

 

Si ustedes se desperezan a esa hora, a las 8 de la mañana, sepan que son camastrones. Es decir, que es muy tarde porque a las 8 de la mañana hay que tener casi los deberes hechos, pero... En fin, si usted se despereza como las ciudades pequeñas, más lentamente que las grandes ciudades, pues tiene una gran fortuna, como los que viven en esta ciudad en la que estoy esta mañana, la hermosa ciudad de Gerona, aquí en su centro, en Cope Gerona, viendo como tímidamente empieza a desperezar, a circular una ciudad de esos maravillosos amaneceres.

El día de hoy es un día que nos va a servir para muchas cosas, supongo que también para hacer alguna que otra reflexión en este 29 de mayo del 2019. ¿Y por qué le digo lo de la reflexión? Hay un suceso que hoy recogen prácticamente todos los medios de comunicación, y es la historia de una mujer. El suicidio de una mujer a cuenta de un vídeo sexual que corrió por las redes sociales. Quiero aprovechar, le doy desde aquí mucho ánimo a su marido y a sus hijos pequeños, que se han quedado sin madre y no volverán a ver a Verónica.

Verónica tenía 32 años, trabajaba en la planta de Iveco en San Fernando de Henares, en Madrid. Esta mujer cuando era más joven y todavía no se había casado tuvo una relación con un hombre al que le mandó un vídeo de contenido sexual. Bueno, al parecer, después de terminada la relación, Verónica hizo su vida, conoció a su marido y formó una familia. Y este hombre, digamos, amenazó con publicar el vídeo si no volvía con él. Y ella se negó a volver con él.