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Carlos Herrera  

La historia del día en 'Herrera en COPE'

COPE

Las Canarias son conocidas como las islas afortunadas o de los bienaventurados. Proviene de una leyenda griega que describía un lugar donde los hombres no tenían que trabajar, sólo recoger los frutos de la tierra.

Este aserto mitológico no lo comparte un fugitivo austriaco que se fugó en 2008 de una prisión de su país y huyó a Canarias, donde ha residido durante 10 años.

Para este hombre la nostalgia ha sido superior a las ansias de libertad y acaba de protagonizar una historia extraordinaria y muy rara en el mundo del hampa: se ha entregado a la justicia de su país para completar su pena.

La Policía austriaca ha explicado que el hombre, de 64 años, se presentó en la comisaría de la estación de trenes de Salzburgo la noche del sábado y dijo que era un fugitivo que acababa de llegar del aeropuerto de Múnich.

El prófugo explicó a los agentes que había pasado los últimos años en las islas Canarias y quería volver a casa porque "Tenerife ya no es tan bella como antes”. Agregó que echaba de menos su país y quería volver a casa para pasar la vejez.

Los agentes verificaron que, efectivamente, se había fugado de una cárcel del Estado de Baja Austria, en el este del país.

En el momento de la fuga le quedaba por cumplir medio año de prisión, tiempo que cumplirá ahora en una cárcel de Salzburgo...Y luego quedará libre para satisfacer tanta añoranza acumulada en las afortunadas islas Canarias.