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Carlos Herrera  

La historia del día en 'Herrera en COPE' 

COPE

El forense revela que su herida fatal fue "muy pequeña, en el lugar equivocado e increíblemente rara". Conoce la historia del día en 'Herrera en COPE'

La muerte de Diana de Gales, ocurrida en París hace ya más de 22 años, sigue suscitando interés.

Ahora el forense Richard Shepherd, el médico que investigó los detalles del fallecimiento de la princesa, ha publicado un libro titulado ‘Causas no naturales’, donde ofrece detalles de esa muerte.

La principal conclusión a la que llega es que Diana tuvo muy mala suerte.

"Su lesión fue tan rara que en toda mi carrera creo que no he visto otra. Fue una lesión muy pequeña, pero en el lugar equivocado", explica este médico.

Esa lesión se produjo en una pequeña vena de uno de los pulmones lo que provocó una hemorragia que acabó con su vida.

Diana no fue trasladada en una ambulancia de manera inmediata porque en un primer momento estaba estable y consciente, aunque poco a poco fue perdiendo la consciencia y murió en un hospital parisino, pese a una cirugía de urgencia.

Según el doctor forense, si hubiera llevado el cinturón de seguridad puesto, "probablemente habría aparecido en público dos días después, con un ojo morado, quizá con algún problema respiratorio por las costillas rotas y con un brazo en cabestrillo”.

La investigación del siniestro duró dos años y la policía francesa concluyó que el único culpable de la muerte de Lady Di y Dodi Al-Fayed fue el conductor, Henri Paul.