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Carlos Herrera  

 

COPE

Ha publicado “Datanomics” sobre el control de nuestros datos personales

Para militar en la privacidad personal, en un mundo hiperconectado, hay por lo menos que no tener Facebook. Y si me apuran, tampoco Whatsapp.

Ella no tiene ninguna de las dos.

Nuestros datos circulan por ahí, sabemos que nuestra vida se conoce por las redes sociales, sabemos que nos pueden espiar... pero siempre pensamos que no somos tan importantes como para que nadie desconocido se fije en nosotros. ¿Es así realmente?

Ella sabe que no.

Es abogada y consultora de seguridad, y sabe que lo de los datos en la red, no es una broma. Ya no. “Pagamos un precio diferido en internet, contándole quiénes somos y qué sentimos, y eso tiene influencia en un sistema de precrimen”. Más preocupante para los hijos, que ya han nacido prácticamente monitorizados.

Toda la información que damos no es solo la que tienen las empresas, llevamos un espía en el bolsillo, el móvil, que nos geoposiciona, las wifis nos identifican y la altura donde estás o si te paras 10 minutos, y si vas en coche o en bicicleta por la velocidad a la que se mueve el dispositivo”. Saber esto interesaba por temas de publicidad, como ha pasado en las campañas electorales. “Todos los datos no son malos, pero crecen las empresas extractivas y eso nos limita como seres en crecimiento”.

El hecho de que nos puedan denegar un crédito, es un caso real: Si ponemos en Facebook que tenemos una relación complicada, compramos en ciertas tiendas y nos movemos en autobús, igual la empresa pensará que somos pobres, nuestra vida es complicada y le darán el crédito a otro. A los datos nos remitimos.

COMPRAR EL LIBRO¿Somos realmente conscientes de los datos que compartimos?

¿Que tienen en común tu cuenta de Instagram y la pulsera de actividad que llevas en tu muñeca?

¿Por qué te sientes intimidado cuando la policía te identifica por la calle, pero no te preocupa lo que las aplicaciones de tu móvil hacen con tus datos de geoposicionamiento?

Estas preguntas tienen una respuesta en común: cómo se usan los datos que damos, que generamos con nuestra vida, los que facilitamos voluntariamente en algún momento, los que dejamos sin saberlo, y los que se infieren de ellos.