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Carlos Herrera  

 

COPE

Álex Ramos, del sindicato Simecat, ha criticado a Eduard Pujol por decir que los problemas de la Sanidad serían menos con una república

El Gobierno de Quim Torra se enfrenta este jueves a su cuarta jornada de protestas tras los recortes que la comunidad arrastra desde 2011. Los profesores y funcionarios se suman a la huelga que desde el lunes mantienen los médicos y que el miércoles movilizó también a estudiantes y bomberos que querían entrar en el interior del Parlamento para manifestarse. Para conocer todos los detalles, ha sido entrevistado en 'Herrera en COPE' Álex Ramos, secretario general del Sindicato Médico Catalán Simecat, que ha dicho que las protestas han conseguido que los ciudadanos se unan por fin.

Ahora vamos todos juntos y nos dedicamos a una Cataluña real y no a la virtual del procés”, ha señalado. Ramos está convencido de que las movilizaciones de estos días por las calles de Barcelona han servido para que la ciudadanía se mueva. Como ha dicho, “se ha avanzado y está cerca un acuerdo”.

Ante los micrófonos de Carlos Herrera, el secretario general del Simecat ha insistido en que “se han perdido muchos años en temas que no eran prioritarios y ahora por el derecho de todos los ciudadanos y de los profesionales, estamos buscando una solución para los problemas reales de la gente”.

Ramos ha dicho que este jueves se une a las protestas “la educación pública de Cataluña, que también se queja de los recortes que se han producido”, y ha criticado que líderes políticos como Eduard Pujol hayan manifestado que los problemas de Sanidad serían menos importantes con una república en Cataluña.

El secretario general de Simecat ha insistido en que “los médicos están quemados, han aguantado disminución de salarios, reducción de casi 1000 médicos en la comunidad, esto no se puede permitir más”. Por eso, confía en que las manifestaciones que continúan este jueves por el centro de Barcelona “puedan servir para acercar posiciones, para alinearnos todos y resolver los problemas reales”.

 

Algunas penurias de la sanidad catalana

Los recortes aplicados por Artur Mas en 2011 a la sanidad catalana han protagonizados algunos episodios de precariedad preocupantes

Médicos de primaria y de la sanidad concertada, profesores, investigadores y estudiantes universitarios y bomberos han coincidido hoy en Cataluña en una jornada de huelga y protestas por sus condiciones laborales y para reclamar que se reviertan los recortes que sufrieron en los años de la crisis.

La tercera jornada de huelga de los médicos de primaria, que ha tenido un seguimiento del 74 %, según el sindicato Metges de Catalunya (MC), y un 39 % según el ICS, ha movilizado a cientos de médicos que se han manifestado ante el Parlament para reclamar unos presupuestos para el año próximo que tengan en cuenta la sanidad.

Estas protestas ponen el foco en el estado de la sanidad en Cataluña, que ha protagonizado algunos episodios a lo largo de los últimos años que ponen en evidencias las deficiencias de este sistema de salud pública.

ENFERMOS CRÓNICOS

Sonado fue el caso de 2014, cuando salió a la luz un protocolo puesto en marcha por la Consejería de Salud que obligaba a señalar con una cruz en un programa informático a los pacientes crónicos que tenían posibilidad de fallecer en los meses más próximos.

En el Programa de Prevención y Atención a la Cronicidad que aparecía en los ordenadores de los facultativos aparecía la siguiente pregunta: "¿Le sorprendería que este paciente muriera en los próximos 12 meses?". Los facultativos tenían que responder de forma afirmativa o negativa para, de esta manera, en el caso de que la respuesta fuese afirmativa, condicionar el tratamiento del paciente, según denunció el sindicato Médicos de Cataluña en su momento.

Según informó el diario ABC en su momento, un documento recogía que el objetivo de esta práctica era la "reducción de acciones innecesarias".

COBRAR LAS BUTACAS DE LOS ACOMPAÑANTES

Fue en mayo de 2015 cuando saltó otro caso que golpeaba a la sanidad catalana. Siete hospitales concertados cobraban cinco euros por noche a los acompañantes de los pacientes por utilizar butacas reclinables dentro de la habitación.

Se trataba de los hospitales de Granollers, Vic, Sant Celoni, La Seu d’Urgell, Berga, Sant Pere de Ribes, Campdevànol y Blanes.

Esta era una medida llevada a cabo por la empresa Decam de Sant Feliu de Guíxols (Girona), que se encargaba de comercializar las butacas, y en el caso de que el acompañante no quisiese utlizarla, los hospitales facilitaban una que no fuese reclinable.

¿MUERTE POR LOS RECORTES?

En abril de 2017, el exjefe de cirugía cardíaca del Hospital Vall d'Hebron denunció que ocho pacientes fallecieron al no ser operados a tiempo. El hospital se apresuró a negarlo.

La Audiencia de Barcelona ha ordenado que se "practiquen las diligencias que sean necesarias" para esclarecer si la muerte de diez pacientes del servicio de Cardiología del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona en verano de 2015 están relacionadas con los recortes en el centro.

Un juez lo archivó pero el denunciante recurrió y la causa se volvió a abrir.

Además de estos casos, uno de los sindicatos que ha llamado a la huelga de estos días, Metges de Catalunya, ha sintentizado en cuatro puntos las reivindicaciones que los han llevado a las calles catalanas esta semana:

  • Más médicos en la Atención Primaria
  • Más tiempo para atender mejores los pacientes
  • Menos listas de espera
  • Una Atención Primaria con más recursos

Todas estas reivindicaciones se remontan a principios de esta década, especialmente desde 2011 cuando Artur Mas impulsó unas políticas de austeridad en los servicios públicos que hoy se le están volviendo en contra a Quim Torra y todo el movimiento independentista en pleno procés.