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Carlos Herrera  

 

COPE

El juez ha dicho que la Abogacía del Estado “clavó” el escrito de acusación de la Fiscalía, pero eliminando “actos violentos” para defender la sedición

El pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves la reprobación de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en la votación de una moción presentada por el PP y que ha apoyado Ciudadanos. Es la tercera vez que Delgado es reprobada, ya que fue censurada por el Congreso por las grabaciones con el excomisario Villarejo y el Senado aprobó su reprobación por su gestión de la demanda contra el juez Llarena en Bélgica.

En esta ocasión, la titular de Justicia ha sido reprobada, entre otros motivos, por ordenar a la Abogacía del Estado rebajar al delito de sedición los hechos que dieron lugar a la declaración unilateral de independencia de Cataluña -DUI-, en abierta discrepancia con la Fiscalía, que los calificó de delito de rebelión. Además, Delgado ha destituido al abogado del Estado que defendió acusar por rebelión en el juicio del 'procés', Edmundo Bal.

Para conocer el modo de proceder de la Abogacía del Estado, este viernes ha intervenido en 'Herrera en COPE' el juez Vázquez Taín, que ha dicho que en su escrito de acusación, la Abogacía del Estado “clavó” el de la Fiscalía, pero eliminando “todos los párrafos que hacen referencia a actos violentos” como la concentración frente a la Consejería de Economía, los referentes a policías lesionados y los llamamientos a participar por parte de los Mossos en la trama.

Se han visto en la necesidad de quitar hechos para que el delito lo puedan calificar como sedición y no como rebelión”, ha dicho el juez, que ha considerado acertado la decisión de Edmundo Bal de no firmar el escrito de acusación con su nombre y apellidos.

La represalia por parte de la ministra ha sido destituirlo como máximo responsable del Departamento Penal de la Abogacía del Estado. En opinión de Vázquez Taín, el Gobierno comete un doble error debido a que presenta un escrito cercenado y se quita de encima a un jurista admirado por sus compañeros. “Queda encima de la mesa cuál es la verdadera intención del Gobierno, que es, a lo mejor, defender una postura en la que ni ellos mismos creen”, ha concluido.