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Carlos Herrera  

 

COPE

 

Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

 

Es jueves 18 de octubre del 2018. El tiempo se complica prácticamente en toda la península, eh. Si ven ustedes los mapas, lloverá aquí, acullá; más allá, más acá. Y el fin de semana, incluso, se escribe con gota fría en el Mediterráneo desde Castellón hacia abajo, hasta Málaga prácticamente, pero también parte del interior, parte de Granada, incluso Córdoba, donde va a caer agua de forma considerable. Pero eso será, ya le digo, el fin de semana. Hoy la cosa más o menos deja agua en el sur de España, en el sur de la península, mientras que Canarias vive su vida con tranquilidad y las ciudades autónomas también. En Ceuta puede caer agua también.

Bueno, vamos a ver... Hay que felicitar a Almería, la ciudad de Almería, por muchas razones, pero especialmente porque va a ser la capital española de la gastronomía en el 2019 porque el jurado ha valorado un respaldo institucional sin fisuras. Estas cosas parece que no influyen pero sí influyen. Es decir, cuando un jurado tiene que decidir si una ciudad es esto o aquello o lo otro, hombre, y ve que en esa ciudad, ayuntamiento, la diputación, las fuerzas vivas, el obispado -lo que ustedes quieran-, los profesionales, los empresarios, los trabajadores están todos a una por eso, por esa labor, las cosas se consiguen. Así que enhorabuena porque es un lugar, una oferta de producto, de tierra y de mar excelente, y una cocina con tradición e innovación que a todos nos hace muy felices.

Las cosas de este Gobierno

Bueno, pues estamos aquí en la crónica de las cosas de este Gobierno que nos tiene tan entretenidos. No hay día sin su afán, prácticamente no hay día en el que, como dice en un hallazgo extraordinario Juanma Lamet en el diario 'Expansión', su “Sanchidad” no nos separe alguna sorpresita.

Y, bueno, pues ahora la rectificación está en torno al papel que envía el Gobierno de presupuesto a Bruselas que, con todo desahogo dice la ministra de Hacienda que, bueno, los papeles son papeles, que luego se quitan, se cambian, se quitan, se añaden. Efectivamente, sí, hombre, lástima fuera que luego un Gobierno no pudiera cambiar partidas de gasto. Lo que iba a gastarme aquí, me lo voy a gastar allí. Pero una cosa es esa y otra cosa es saltárselo, quitar o poner partidas a posteriori. Es decir, incrementar el gasto. Eso ya es otra cosa.

Ahora la rectificación del día es que los autónomos, que hacen presión y han hecho bastante presión y son varios millones los autónomos que votan, hombre, van a... Según los planes iniciales llevaba un aumento la base mínima de cotización que paga la mayoría de los autónomos. Bueno, pues parece que el Gobierno anunciaba a partir de ahora que cotizan en función de sus ingresos. Pero hay un número de autónomos que tienen empleados a su cargo. Esos van a tener que pagar sobrecostes del 22%. Es decir, 3000 € adicionales al año por cada trabajador en forma de más impuestos que es de lo que, efectivamente, este Gobierno está hablando: subir la presión fiscal hasta los límites que considere oportunos para que le salga el papelito este de Bruselas que ahora...

Fíjese, de lo más, y vuelvo ahora a donde estábamos ayer a estas ahora y donde seguramente le recordaré mañana, nos lleva a la noticia de que el negociador, que es Pablo Iglesias. Pablo Iglesias es el tipo que negocia en nombre del Gobierno. No es vicepresidente del Gobierno, pero es como si lo fuera. Es como hacía Cándido Méndez con Rodríguez Zapatero. Está todo el día ahí metido. Y le decía, con esa alegría suya, las cosas que tenía que hacer al otro. Claro, y así nos fue en esa materia. Lo inaudito de la situación, la degradación política, el deterioro al que llega este Gobierno, que se reúne un tío como Iglesias que no forma parte del Gobierno pero al que el Gobierno empodera para decidir la economía, la economía de un país con el golpista que está en la cárcel, que lo que quería era destruir ese país: dar un golpe de Estado en ese país. Es decir, negociar los presupuestos en un vis a vis.

Oiga, perdóneme, esto yo... Esto sigue pareciendo inaudito. Y mañana, seguramente, podría cortar y pegar, tan de moda últimamente, cortar y pegar esta presentación y volver a explicársela mañana, con un golpista al que le va a trasladar el mensaje de que debe estar libre y que, hombre, estando Sánchez en la Moncloa es más fácil que pronto pueda estar libre.

¿Y cómo puede estar libre si un juez considera que es un golpista y que tiene que estar condenado a 30 años o a 25 o a 20? Pues insultándolo o bien... Hombre, hay otro mecanismo que es presionando a los fiscales para que rebajen la petición de penas. Es verdad que hay una acción particular, pero, hombre, el peso de la Fiscalía es notabilísimo. ¿Y cómo se presiona a los fiscales? Todo lo que se dice, todo lo que se transmite es que ellos no deberían estar en la cárcel. Ayer lo escribía en Twitter Pablo Iglesias: “Junqueras y sus compañeros deben estar libres. Hay que desjudicializar el conflicto”. Bueno, ¿suprimimos la justicia? ¿Quitamos los jueces y dejamos que sea el gobernador de turno o nombrado por ti el que decida qué pena tiene cada uno? Es fantástico, eh.

No es la única que llega en torno a este asunto del “proces” y de más. Hay dos declaraciones de ayer absolutamente acadabrantes. Una de Quim Torra, Racis Torra, chistorra, llámenlo como quiera. Al señor Torra, presidente de la Generalidad, vicario del supremo que está en Waterloo. ¿Cómo podemos confiar en un Gobierno que protege al Rey, que se comportó como un "hooligan"? Y esto lo dice un individuo cuyos escritos no tienen un solo pase, a poco que los analices, en los que considera que los españoles somos unas bestias, que no tenemos sentimientos o no sabemos expresarnos o somos... Bueno, en fin, ya conocen a este indeseable. Y llama "hooligan" al Rey que lo que hizo fue, el día 3 octubre del año pasado, hombre... Recordar cuáles son las obligaciones constitucionales, incluidas las suyas, que es la de velar por la legalidad. Y eso es un "hooligan".

Pero lo mejor lo ha dicho otro, Agustí Colomines, este es otro de los ideólogos del “procés”: “De momento, en todas las independencias del mundo ha habido muertos. En la nuestra hemos decidido que no queremos. Si decides que no quieres pues tardas más. El proceso es mucho más largo”. A ver, Colomines, ¿el muerto quién lo pone? ¿Lo vas a poner tú? ¿Vas tú o la gentuza como tú a decidir quién debe ser el muerto? ¿El muerto debe ser independentista o debe ser de los que no desean la independencia de Cataluña? ¿Y cómo lo vais a matar? ¿Cómo va morir? Vamos a decirlo así. ¿Tiene que morir en una refriega como consecuencia de ponerse a tiro? ¿Quién es el valiente? ¿Quién es el que da el primer paso para ser el muerto-héroe del “procés”? ¿Vais a decidirlo en alguna de esas reuniones corporativas que hacéis? Hace falta un muerto, dice. Es, efectivamente, el deterioro, la degradación, la indignidad y lo inaudito. Pero seguro que nos llevamos más sorpresas.