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Carlos Herrera  

 

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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!

 

La política catalana se encuentra en un estado de degradación absoluto. Así lo ha analizado este viernes Carlos Herrera en su monólogo diario después de que el presidente del Parlamento autonómico, Roger Torrent, suspendiera el pleno sobre Política General tras saltarse el consejo de los letrados en cuanto a la prohibición de delegación de voto de Puigdemont y del resto de exconsejeros fugados.

“El estado de pérdida absoluta de la razón, del realismo, en el que la política catalana se va metiendo, se está encontrando, el espectáculo es vergonzoso. Ahora de nuevo se ha paralizado el Parlamento en otra sesión inasequible porque no se ponen de acuerdo las fuerzas independentistas, que entre ellos están que también se arrean de lo lindo, en ver cómo desafían o cómo no desafían la orden del Tribunal Supremo que dijo que los diputados presos fugados no pueden ejercer de tal. No pueden cobrar su sueldo. No pueden votar”, ha señalado Herrera.

“Ahora bien, yo, juez Llarena, les dejo que lo sustituyan por otro y así no pierden ustedes la mayoría, los equilibrios de las mayorías y las minorías. Y, bueno, pues parece que Esquerra estaba por eso y parte de “Juntos por el Fricandó” también estaba por eso, pero Puigdemont ordenó a Torra desde Waterloo que de eso nada, que de sustituto nada. Delegación de voto. Es decir, 'de acuerdo. Yo no voy porque estoy preso o fugado pero delego el voto en aquel. Y aquel votará su voto y el mío'. Y eso le han dicho los letrados de la Cámara que tararí que te vi. Así que lo que dice Puigdemont es que 'desafíar la ley, enfrentaros a la ley, y asumir que si tenéis que ir a la cárcel, vais a la cárcel, como yo al fin y al cabo estoy en Waterloo, estoy en Bélgica...'

Este es el mismo Puigdemont que dijo aquello, después de haber proclamado la república catalana con la puntita y nada más, y después de haberla puesto en suspenso, dijo él: 'El lunes todos a trabajar'. Y le hicieron caso. Y ahí se fueron Rull y Turull y Junqueras. Se fueron a la oficina mientras él se iba por un túnel al refugio de Bélgica. Y desde Bélgica lo que sigue diciendo es eso. 'Oye, a delegar el voto'. Pero, oiga, un suspendido no puede votar ni delegar. Da igual, quiere meter a todos en un lío. Si desobedecen van a tener que vérselas con el TSJ de Cataluña y, por lo tanto, han vuelto a cerrar otra vez el Parlamento y la sesión mientras se ponen de acuerdo”.

Esto es evidentemente de locos, de chalados. Como dice Pablo Sebastián en 'republica.com', Torra está loco. Ya daba muestras de que es un 'tarao' mentalmente , pero es que necesita un psiquiatra”, ha dicho Herrera.