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Carlos Herrera  

 

COPE

Recuperarse de una muerte puede costar un tiempo, pero la ausencia se sufre para siempre. Al menos así lo siente el poeta Luis Antonio de Villena que acaba de dedicarle un libro a su madre. “Mamá” es su diálogo con ella.

La portada es una foto “arreglada para ir a una fiesta, tiempo antes de casarse”. No es una biografía aunque “hay elementos de memoria de ella”. El libro surgió como un diálogo con ella. Le decía en vida: “Me es imposible escribir un libro sobre tí estando tú”, y ella le amenazó con “contratar a un negro”, y empezó ella a escribir por su cuenta. Eran 20 folios, que Luis Antonio de Villena borró, porque todo lo que contaba ya lo habían hablado entre ellos.

Con su madre, discutió y se emocionó a partes iguales. El poeta admite haberse sentido hiperprotegido y por tanto “el desamparo es muy fuerte”. Una madre tierna a la que la guerra le hizo una mujer fuerte, que vivió una vida longeva. Una vida que conocemos entre las conversaciones materno filiales, donde el hombre de la vida de una madre, es siempre su hijo.

COMPRAR EL LIBRO«Es este (lo sé) un extraño libro. Desde luego no es mera memoria ni menos una cabal biografía de mi madre, es mejor una mezcla de relato y oración, de diálogo abrupto y de mantra que repite y se obsesiona, de cantinela que busca con vela en lo oscuro por los caminos mismos. Es una plegaria y una obsesión. No hay amor sin daño y sin éxtasis, y la parte más débil queda siempre tremendamente desamparada. Por eso el grito que resuena no es el de ella?que descansa plácida?es mío el grito desgarrador y solitario que se oye. Estepario lobezno, tras la pérdida. Medio lírico, medio fervoroso, medio maldición, medio plegaria sumisa y dulce, este "Mamá" es una evocación y una oración susurrada. El recuerdo obstinado de un inigualable amor terrible, que marcó?y marca aún?mi vida entera. Susurro, beso, letanía, aullido. Oración, al fin.»