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Carlos Herrera  

 

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Dos días después de Eurovisión, el festival sigue dando de qué hablar. En su monólogo de hoy de las 06.30h., Carlos Herrera ha opinado sobre el concurso y sobre el vigésimo tercer puesto que obtuvieron Amaia y Alfred representando a España con "Tu canción". "Es un concurso de canciones. No va la honra nacional en esto", ha recordado el comunicador.

Sobre la pareja de "Operación Triunfo", Herrera ha asegurado que Amaia y Alfred "lo hicieron lo mejor que supieron". "Algunas se recrean en la crítica contra ellos. Son dos chavales aún inexpertos, pero tienen una intensa carrera por delante si la saben desarrollar. Han hecho lo posible y han participado en un festival que la mayor crítica que se le puede hacer es que todos los años es muy parecido. Pones el festival de hace dos años y éste y, a no ser que seas un eurofán muy intenso, te parece igual", ha opinado Herrera.

Para él, Eurovisión es una "distracción divertida"que le dio a TVE "un share de narices". El programa consiguió 7.170.000 espectadores en España (43.5% de share), el mejor dato de la última década. Según los datos facilitados este domingo por Barlovento Comunicación, el tirón de Amaia y Alfred otorgó a la cadena pública su mejor registro desde 2008 con Rodolfo Chikilicuatre. La pareja de triunfitos mejora en más de 16 puntos y más de 3 millones de espectadores a los datos cosechados por Manel Navarro el año pasado. La expectación fue aún mayor durante las votaciones: 8.1 millones de televidientes (51,2% de share) siguieron con atención el desenlace del certamen.

 

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Que no te engañen: TVE sí ha ganado Eurovisión 2018

Obtuvo un dato de audiencia impresionante, atrajo a miles de eurofans españoles a Lisboa para animar a Amaia y Alfred y subió al barco eurovisivo a una nueva generación de espectadores que nunca antes había sentido especial interés por el certamen. ¿Y sobre el mal resultado cosechado? Respuesta imprecisa: "Esto es Eurovisión y las cosas son así"

 

TVE está de enhorabuena. Su participación en el festival de Eurovisión 2018 ha sido todo un éxito. Un nuevo triunfo, esperado pero muy gratificante, que se suma a los ya cosechados en pasadas ediciones. 7,1 millones de personas estuvieron este sábado pegados a la pantalla viendo el certamen europeo a través de la cadena pública española. Es el mejor dato de audiencia de los últimos diez años. Un hito, un gran resultado que demuestra la buena salud del añejo formato televisivo y el gran tirón que ha suscitado entre las generaciones más jóvenes la participación de Amaia y Alfred. No puede haber mayor regocijo ni satisfacción en el ente público si tenemos en cuenta también que el nuevo tándem de comentaristas formado por Tony Aguilar y Julia Varela ha generado una respuesta muy positiva por imprimir a la retransmisión un carácter más dinámico y desenfadado.

Luego está que nuestra candidatura obtuviera un pésimo resultado en el concurso: un puesto 23 de 26 participantes. Una debacle que se suma a las ya cosechadas por TVE en estos últimos años. A saber: en los últimos cuatro años no hemos sido capaces de superar el puesto 21, en diez de los últimos 14 hemos quedado entre los cinco peores y somos el país que acumula peor suma de resultados en las últimas diez ediciones. Con este panorama, sería normal que TVE se pusiera seria y manos a la obra para virar este fatal rumbo. Pero tras el decepcionante resultado de ayer, TVE no supo hacer autocrítica, no vio debilidades en la apuesta española y no asumió responsabilidad alguna. La única reacción a este enésimo fracaso llegó en boca de Ana María Bordás tras el encuentro de Amaia y Alfred con los medios. Y la jefa de la delegación española en el festival se limitó a decir: "Esto es Eurovisión y las cosas son así".

Porque TVE sí ganó ayer. De hecho, venció por goleada. Obtuvo un resultado de audiencia impresionante, atrajo a miles de eurofans españoles a Lisboa para animar a Amaia y Alfred tanto dentro del estadio como por las calles de la capital portuguesa y subió al barco eurovisivo a una nueva generación de espectadores que nunca antes había sentido especial interés por el certamen. ¿Qué más se le puede pedir a la cadena pública en una sola noche?

Amaia y Alfred estuvieron mágicos en su actuación. La pareja española desbordó sentimiento a través de sus miradas y gestos cómplices en tres minutos de pura emoción. Los dos recibieron, además, el tremendo apoyo del público eurofán. Poco más se debe exigir a dos cantantes a los que se les atracó con pistola en mano para llevarlos a un festival del que siempre dudaron. Y, pese a todo, en estos tres meses Amaia y Alfred se han pateado Europa, han hecho excesivas jornadas de trabajo y promoción y han aguantado estoicamente las numerosísimas críticas que les han caído por cuestiones al margen de la música.

El gran fallo estuvo en la puesta en escena que Gestmusic ideó para la pareja. Una escenografía completamente desnuda, sin línea argumental, con una iluminación muy básica y una realización excesivamente simple. Fue como dejar a la pareja española sola en las fauces de una Europa voraz que ejerce de juez sobre 26 actuaciones en un intervalo de tiempo muy corto. Pese al carisma de nuestros dos representantes y su impresionante nivel vocal, la batalla ya estaba perdida de antemano. Pero Gestmusic, con Tinet Rubira al frente, se ha dedicado esta semana a culpar a la televisión portuguesa de las deficiencias de la actuación (en Viena 2015 le tocó a la televisión austriaca) y a maltratar a esos eurofans que soportan con estoica paciencia la lamentable trayectoria de nuestro país en el concurso. "Para ellos, el Festival es el centro de su existencia, el Sol por el que orbitan sus vidas", decía el jueves a Rac1. "Hay gente que está allí gastando sus vacaciones y cada año lo hacen así".

Como íbamos de sobrados pese a que todos los pronósticos dejaban la propuesta española al borde del precipicio, Tinet también sacó algo de tiempo para insultar a nuestros rivales. De la ganadora Netta dijo que era una "gordita con dos moños" y sobre la exquisita canción francesa simplemento explicó: "No conecto, me aburre". Para Tinet, Eurovisión es un "festival de cancioncitas" y ya ha anunciado que no volverá a ponerse al frente de una candidatura española. Tinet Rubira fue y es un excelente profesional a quien la televisión debe mucho, pero no ha sabido tampoco asumir que este "festival de cancioncitas" ha terminado por superarle.

A la vista está, según las audiencias, que TVE ha acertado este año eligiendo a nuestros representantes a través del formato 'OT', pero los responsables del ente público deben ponerse a trabajar mañana mismo en el proyecto 'Jerusalén 2019'. Es intolerable para una cadena de su peso en Europa seguir arrastrando el nombre de España por un concurso que ven cada año doscientos millones de espectadores. Es hora de armar un sólido proyecto desde cero que permita a nuestro país volver a brillar en el concurso, puesto que hinchar solo el pecho por el dato de audiencia registrado es un objetivo insatisfactorio e insuficiente para la marea humana que sostiene el festival en España.