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Carlos Herrera  

 

COPE

Su vida bien podría haber sido el argumento de una película, pero ya era ella la estrella del cine americano. Conchita Montenegro, una mujer de San Sebastián, triunfó en Hollywood: fue la mejor amiga de Chaplin, rechazó un beso de Clark Gable, y se enamoró de Leslie Howard.

Javier Moro acaba de publicar una novela sobre su vida. “Mi Pecado”, premio Primavera 2018, que empieza en un tocador, con Conchita Montenegro de vuelta a su vida en España, añorando la vida de éxito que tuvo en la meca del cine. Asegura Moro que “siempre esperó esa carta que le devolviese su vida de musa” pero la realidad es que “Hollywood puede vivir sus actores, aunque ella no pudiera vivir sin Hollywood”.

El amor que vivió con Leslie Howard, fue turbulento puesto que era un hombre casado y con hijos que siempre la hizo sentir que era la segundona”. Aunque se volvieron a ver en Galicia, el convertido en espía de Churchill. De hecho Javier Moro le confiesa a Carlos Herrera que de alguna manera “sus conversaciones pudieron tener que ver con la neutralidad de España en la II Guerra Mundial”.

Si Javier Moro ganó el Planeta por una novela donde el hombre era el protagonista, ahora es el turno de una mujer, que hizo historia, y murió no hace mucho, cayendo en el olvido. “Ella misma le pidió a su portero que tirase todo el contenido de unas cajas”, eran todos los recuerdos de su triunfo y amor por Hollywood. Desechos por voluntad propia.

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Javier Moro recrea en Mi pecado una historia que sucedió realmente. Su protagonista es la actriz española Conchita Montenegro quien, en 1930 con apenas 19 años, desembarcó en Hollywood.

Gracias a su belleza, inteligencia, personalidad y tesón, la joven promesa se hizo un hueco entre las principales estrellas del momento. Su extraordinaria mirada cautivó a Leslie Howard, uno de los actores más célebres de la época, un hombre casado que le doblaba la edad. Los amantes vivieron su idilio entre fiestas de ensueño y estrenos triunfales, paseos a caballo y vuelos en avioneta por la costa de California, entre la pasión y el engaño.

Trece años más tarde, su historia de amor tuvo un desenlace inesperado cuando los dos se reencontraron en Madrid y, sin saberlo, influyeron en el curso de la Segunda Guerra Mundial.