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Carlos Herrera  

 

COPE

Al escritor Martí Gironell, le fascinó la vida de un español, productor de vinos, que triunfó en la restauración Hollywoodiense y se convirtió en confidente de grandes estrellas. Su historia se la contaron mientras probaba una copa de Jean Leon Vinya Le Hvre Cabernet Sauvignon Reserva. Tras consultar los obituarios de la prensa americana, escribió su historia en “La fuerza de un destino”.

Es la historia de Ángel Ceferino Carrión que emigró a EEUU como polizón de un barco y se cambió el nombre a Jean Leon. Trabajó primero como recogeplatos, después en el restaurante de Frank Sinatra, y por último abrió su propio restaurante. Se llamaba la Scala. “Era la referencia para los artistas, políticos y personajes de la cultura en EEUU”. Su socio era James Dean “que falleció días antes de la inauguración.” Porque amigos hizo muchos en esas cenas. Fue de los últimos en ver con vida a Marilyn Monroe, “a la que siempre servía fetuchini con carne picada”.

Gironell, aparte de fuentes directas como sus hijos, cuenta la historia de este español a través de los obituarios del New York Times o el Washington Post. Una manera peculiar de contar la historia de un español que volvió a casa para cumplir su segundo sueño: hacer su propio vino en tierras del Penedés.

Hasta el presidente de los EEUU Ronald Reagan, brindó con vino Jean Leon, porque como dice el autor, “esta historia excepcional fue posible por las amistades que tuvo”. Y el vino, que podemos seguir bebiendo.

COMPRAR EL LIBROCon veintiún años, Ceferino Carrión huye de la gris y asfixiante España franquista en busca de aires nuevos, por lo que embarca en un buque desde Le Havre con destino a los Estados Unidos. En Nueva York cambiará de identidad y se convertirá en ciudadano estadounidense como Jean Leon. Su peripecia vital lo lleva hasta California, donde su espíritu emprendedor y una serie de golpes de suerte lo sitúan a un paso de la gloria, junto a las estrellas de cine a las que admira y de las que se convertirá en amigo y confidente.

Con James Dean planea abrir La Scala, un restaurante que, a pesar de la muerte prematura del actor, seconvertirá en un referente en el Hollywood de los años cincuenta y sesenta y que contó con clientes habituales como Paul Newman, Warren Beatty, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor o los Kennedy.

Con una vida de película, Jean Leon demostró que, con sacrificio y esfuerzo, los sueños, incluso el de elaborar su propio vino, están al alcance de la mano.