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Boris Izaguirre acaba de publicar el libro “Tiempo de Tormentas”, porque en los 52 años de su vida, se ha refugiado de varias. Ese refugio, lo construyó a conciencia su madre, Belén Lobo, a quien recuerda con cariño como la mujer que le protegió siempre.

Su casa era un hervidero de artistas, y aunque eso sirvió de argumento a algunos para atacarle, Boris siempre fue un niño que destacaba y que hacía reír, aunque “llegaban las quejas a mi madre, cuando le decían que montaba demasiado escándalo. El acoso era a la autoridad”. Aún así, superó la dislexia y las críticas y utilizó “la pluma” como un instrumento para la brillantez.

Uno de los episodios más duros, y que cuenta por primera vez en primera persona, es el de la violación que sufrió con 13 años. Con ese terrible hecho “toda la protección que me había proporcionado mi familia, había quedado destruida”. Pero también de eso se repuso.

Vive entre Miami y Madrid, y siente que el continente europeo es el más civilizado de todos. Lo que le sigue doliendo es la dictadura porque “siento que el chavismo nos otorgó algo que ha servido para secuestrarnos”. Un régimen en Venezuela que está destruyendo y su país, al que no ha vuelto. Pero tiene claro una cosa: si tuviera que decirle algo a Nicolás Maduro, “le diría que se marche”.

Tiempo de tormentas es una novela emocionante, tan desgarradora como entretenida.

Desde muy niño, Boris sabe que es diferente. Muy temprano se detectan problemas de motricidad y dislexia, y el pequeño actúa con unos gestos y una forma de hablar amaneradas. Los adultos dicen que su madre, Belén, una bailarina de renombre, y su padre, crítico de cine, rodean al niño de malas compañías. En Caracas se habla de sus amigos intelectuales y de toda esa gente homosexual con la que ella trabaja. También que Boris está enamorado de Gerardo, el hijo de la influyente periodista Altagracia Orozco. Sin embargo, Belén no se rinde al prejuicio y por más golpes que llegan de fuera, convierte su casa en un refugio para esa diferencia. Primero cara a cara, luego unidos por la línea telefónica, pero siempre juntos bajo el inquietante influjo de un cuadro lleno de historia, Tiempo de tormentas.

Los días de escuela, un amor, una violación, el silencio; sus primeros pasos como columnista o escritor de telenovelas, el salto a la fama en España con Crónicas marcianas y el finalista del Premio Planeta, el glamur, los abismos, de nuevo el amor y la violencia. Una enternecedora y envolvente novela autobiográfica donde Boris Izaguirre construye una vida a veces complicada, siempre apasionante, a caballo entre dos países que también estaban creciendo.