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Carlos Herrera  

 

COPE

Monseñor Demetrio Fernández recuerda en 'Herrera en COPE' el estudio de uno de los milagros de Pablo VI

Dice Carlos Herrera que el Obispo de Córdoba Monseñor Demetrio Fernández, estaba predestinado a ser obispo porque nació en Puente del Arzobispo, provincia de Toledo. Cuando fue nombrado por el Papa en esta sede en Córdoba, lo primero que le dijeron es que iba a una de las mejores diócesis de Andalucía y de paso, de España. Tenían razón.

“Es una de las diócesis más vivas, una sociedad muy comprometida, con buen clero”, dice Monseñor Demetrio Fernández, a quien le gusta conocer a todos los paisanos conduciendo en su coche porque “soy el chófer del obispo”, bromea.

Ha desarrollado su vida para los demás, y cuando llega una causa a su diócesis, se la mandan directamente al Papa para que la valore. “Nuestra tarea es la de estar a favor de esa causa, que ya llega muy depurada.” cuenta Fernández. El primero de una larga lista fue el que llevó a la beatificación de Pablo VI. "Fue el primer caso que tuve que estudiar", rememore el Obispo. Junto a otros expertos, estudió la curación de un feto en California, después de que se diagnosticase que tenía graves problemas cerebrales. La madre y el padre acuden al santuario de Pablo VI y le pidieron "descaradamente" que hiciera un milagro. "Y lo hizo", cuenta el Obispo. La madre se negó a abortar y el niño nació sin problemas. "El dictámen de los siete médicos, algunos de ellos agnósticos, es que fue un caso único, irrepetible y asombroso", recuerda.

Monseñor Demetrio Fernández asegura que Dios sigue haciendo milagros hoy en día, e insiste en Herrera en COPE que “es importante que le pidamos a Dios milagros porque él está dispuesto a hacerlos en aquellas personas que se lo piden con fe.” Y así, la labor del clero cobra todo su sentido, en ese entorno precioso que es Córdoba, y la mezquita de Córdoba, la gran catedral de la diócesis.