noticia
 
 
Carlos Herrera  

 

COPE

El pasado domingo se partió el peroné, por una caída durante la corrida, pero nunca una cornada

Con estudios de enfermería, una becerra se le cruzó en el camino. Rocío Romero saltó de espontánea, cogió una muleta y triunfó delante de una plaza llena. Con 19 años, esta cordobesa sueña con conquistar las principales puertas de las Plazas de Toros españolas.

“Siempre he sentido que tengo algo dentro que tenía que sacar” y por eso empezó a expresarse haciendo gimnasia rítmica. Pero lo que más feliz le hacía era torear. “Mi familia vio la entrega y la pasión que le pongo y aunque pasan miedo, me entendieron y me apoyan”, ha contado Romero este lunes en "Herrera en COPE".

No hay género para esto del toreo. Es un mundo mayoritario de hombres, pero Rocío es un novillero más. “Tomar la alternativa, torear, estar en el cartel” ese es el sueño de Rocío, que se fija en Finito de Córdoba y Morantes como ejemplo aunque “trato de ser yo y torear como lo siento”.

El pasado domingo se partió el peroné, por una caída durante la corrida pero afortunadamente, no ha sufrido nunca una cornada. Y no le da miedo. Con mucho esfuerzo va consiguiendo sus sueños. Y Rocío, sueña muy fuerte.