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Carlos Herrera  

 

COPE

Carlos Herrera analiza desde Barcelona la jornada electoral en Cataluña

 

Señoras, señores, me alegro, buenos días.

 

Entra el invierno y se nota, la particular humedad de las calles de Barcelona, nos recibe a esta hora en el Paseo de Gracia donde nos encontramos, en la sede de la Bolsa de Barcelona. Hemos bajado a ver la actividad de la ciudad que ya despertó hace un buen rato y que ahora mismo se dispone a afrontar esta jornada de elecciones, posiblemente las elecciones más vigiladas de la democracia.

Cinco millones y medio largos de catalanes están llamados a votar en estas elecciones autonómicas, 2.680 colegios, 8.247 mesas electorales, 17.000 agentes que van a velar por la seguridad en medio de los rumores que apuntan a ataques informáticos o maniobras del soberanismo para emborronar los resultados.

Hoy es el día en que Cataluña decide cómo coser la fractura y restaurar la confianza, poner en marcha la política entendida como el mecanismo del ser humano para la superación de conflictos, para pactar aquellos asuntos que van a convertir los problemas de la gente en pequeñas soluciones. En definitiva hoy es el día en que Cataluña va a decidir los gestores de la búsqueda del bien común en lugar de la búsqueda de fantasiosas ideas revolucionarias absurdas, estériles que solo han traído desgracia a las cuentas públicas, a la situación social de una Comunidad históricamente vigorosa.

¿ A qué me refería con embarrar el resultado?

El recuento de esta noche, -que les contaremos a partir de las 19 horas en un programa especial con Ángel Expósito y Juan Pablo Colmenarejo- no va a ser veloz y hay que asegurarse bien de que nadie altere los resultados. Seguramente habrá que repasar acta tras acta. Afortunadamente va a haber mucha gente vigilando, quizás no suficiente como para llegar a ocupar todas la mesas en las que un compromisario, alguien que vigile, que compruebe, que cuente a la par que se cuentan los resultados, llegue a cada una de las mesas de pueblos y ciudadades de Cataluña. Alguno habrá que no llegue. Pero seguramente el soberansmo lo hará y no esperen necesariamente nada bueno de todo ello. Hay un ejército de seguidores de Esquerra que están dispuestos a manipular, a alterar los votos a su favor, si la cosa no va bien, cuando menos, a deslegitimar los resultados.

"Hay un ejército de seguidores de Esquerra que están dispuestos a manipular"

En estas elecciones, van a tener mucho más difícil llevar las urnas desde casa, votar en la calle, votar dos veces o hacer lo que les diera la gana. En esta ocasión las cosas se van a hacer bien, pero sí se temen ciberataques que buscan la desinformación

¿Y cómo se hacen?

Habrá que evitar el hackeo de Indra, que se clone la web de los resultados, y que se den resultados falsos. Pero desde luego te altera los ánimos, la convivencia y muchas otras cosas en Cataluña. Saldrán seguramente las huestes de Esquerra en algún momento a dar una especie de recuento paralelo con resultados falsos.

Todo ello es posible y habrá que imaginar que la autoridad competente ha previsto estas situaciones. Más allá de ello se dilucida si se sigue manteniendo en el poder a los que han llevado a Cataluña a esta situación o los ciudadanos consiguen un cambio histórico que parece inevitable y que es absolutamente necesario.

La pregunta es, ¿podrá el nuevo gobierno restaurar todas las heridas que los terribles irresponsables que han gobernado hasta ahora han provocado en Cataluña?