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Carlos Herrera  

 

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“Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

 

Hoy hace muchos años que pasaron muchas cosas, y en función de esos años y esas cosas celebramos también cosas. Fundamentalmente celebramos el Día de España. El Día de España, así declarado desde hace muchos años en una sesión memorable, por cierto, del Congreso de los Diputados. El Día de España, el 12 de octubre de 2017. Porque de las muchas cosas a recordar que ha hecho España llevando ese nombre, hay una especialmente de la que tiene que sentirse orgullosa como nación y como Estado. A pesar de que hoy sea el día también del campeonato mundial de tontos o del campeonato mundial de cultivadores de odio, que los hay, y en lugares y en puestos oficiales. Y elegidos por otros que piensan exactamente lo mismo que ellos.

Pero hoy fundamentalmente es el Día de España porque hoy, una serie de tíos que tenían la cabeza como un tiovivo, los pinzones y Colón y Rodrigo y el de más allá; se fueron mar a dentro en un cascaron. En varios cascarones buscando el té de la India. Y creían que había encontrado la India, lo que encontraron fue otra cosa que ya estaba allí, que sí, que sí, que sí, y había gente. Y fue un encuentro entre varios mundos. Pero eso se realizó en el nombre de la corona española, de España. Y cuando volvió, a ese marino de origen ignoto, pero que algunos ya dan por hecho que era de origen genovés; le recibieron los Reyes precisamente en Barcelona.

"Este viejo país es un país que insiste en respirar como un león en la agonía"

Y partir de ahí, oiga, hasta la clausura de la Expo 92, que fue hoy, hace 25 años. Y que precisamente glorificaba y celebraba estas cosas.

Y también si quieren además del día de la Hispanidad, el día del Pilar y el día de la Guardia Civil. Y el día en el que un puñado de españoles, bien en directo o bien a través del televisor, asisten a una celebración, a una parada militar y a una celebración conjunta de todas las autoridades, o de casi todas las autoridades en torno al día de España.

Miren, este viejo país cumple con una máxima curiosa en el mundo, no le ha pasado a todos los países. Cuanto más quieres borrarlo, más se vuelve a escribir.

Téngase en cuenta todo ello para la contabilidad de las melancolías, que a veces parecen inevitables.

Este viejo país es un país que insiste en respirar, si me permiten el simil, como un león en la agonía. Y aquí no se trata de ante la bandera derramar lágrimas con azulina de modistillas. Ni aplicar voces temblorosos con poemas malos. Pero tampoco tener a la bandera como si fuera media libra de tela en uun cuarto oscuro.

Cada cosa en su sitio y Dios en el de todos, porque oiga, a veces da la impresión que en nuestro país es cierto el cuerpo pero equivocada la sombra.

Tampoco dotarle a estas cosas, ni siquiera a las enseñas nacionales, esa especie de carácter harapiento de los arbustos. Porque como dijo el poeta: A veces los arbustos crecen tanto que sostienen el peso de los cielos.

Hoy, habremos de hacer recuento de lo que ocurrió ayer, y lo que ocurrió ayer, ya seguramente se lo saben ustedes. Que el Gobierno, mejor dicho si me permiten incluso, el Parlamento. Porque era el Gobierno mas algunos más, le han dicho a los que andan en el trámite de deshacer todos los nudos habidos y por haber en la historia de España. Nudos de unidad, nudos de lazos de afecto en España; le han dicho: Exactamente qué dijiste, tú has dicho qué Puigdemont.

"Exactamente ¿qué dijiste, tú has dicho qué Puigdemont?"

Lo han dicho: ¿Exactamente qué dijiste? ¿Tú has dicho qué, Puigdemont? Y ahora Puigdemont tiene que contestar. Has dicho que no eres independiente. Has dicho que sí, o has dicho que no sé, haber si te llamo, espérate que te diga... Que se me está calentando la leche.

En el caso del sí, o en el caso intermedio, el botón nuclear del 155 lo aprieta la decisión parlamentaria. No es simplemente la decisión de un gobierno de derechas, en fin, con estas cosas, represor, reaccionario... Blablablá. Es el Parlamento, porque de momento Ciudadanos, más partidos como Coalición Canaria, Foro Aturias, etc. Y el PSOE de momento, que esto nunca se sabe, pero en fin, de momento, están por esa aplicación.

Es verdad que el PSOE pone una condición, que es en homenaje a la Constitución del 78, reformarla. Y como a los otros no les queda más remedio, pues a lo mejor hay que reformar algunas cosas. Yo no tengo por sagrados en una hornacina los textos para toda la vida.

Si este es el momento más adecuado, o si algunos pueden interpretar que precisamente se hace eso para contentar a los que han desafiado la Ley, allá cada cual con sus ocurrencias.

"Nos espera un páramo victorioso"

Si este individuo se mantiene en la ilegalidad, que seguramente Puigdemont lo que va a decir es que yo ofrezco diálogo, blablablá, que venga Yoko Ono, y tal, y que nos pongamos todos a dialogar. Si este mantiene eso, pues el Gobierno tiene una semana para llevar al Senado el articulado del 155. Que luego esa es otra, hay que ponerlo en marcha, y es más complicado de lo que parece.

Pero bueno, serían medidas para restituir la Ley en Cataluña, y a partir de ahí territorio virgen por descubrir. A partir de ahí no sabemos si hay un árbol, detrás del árbol una serpiente, un león agazapado, o nos espera un páramo victorioso. Ni idea, ya lo veremos”. 

 

COPE

Rajoy da cinco días a Puigdemont para confirmar si ha declarado la independencia

Con el requerimiento del Gobierno, la Generalidad debe responder el lunes. En caso afirmativo, dispondrá hasta el jueves para rectificar

 

El Gobierno, en el requerimiento que activa el artículo 155 de la Constitución, da cinco días (hasta el lunes) al presidente catalán, Carles Puigdemont, para que confirme si ha declarado la independencia de Cataluña y fija un segundo plazo, hasta el jueves, para que rectifique y evite su aplicación.

Ambos plazos figuran en el requerimiento aprobado este miércoles en una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros y que se ha entregado esta tarde a la Generalidad catalana.

El segundo plazo, que vence el jueves, marcaría el inicio de la puesta en marcha del controvertido artículo constitucional, que establece la obligatoriedad de que el Gobierno formule un requerimiento al presidente de la Comunidad antes de plantear en el Senado las medidas que piensa aplicar.

Según ha explicado ante el pleno del Congreso el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con este requerimiento se pretende ofrecer "claridad y seguridad" tras la "confusión" generada ayer por Puigdemont en el Parlamento de Cataluña.

Puigdemont dijo que asumía el "mandato del pueblo" para que "Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república" y, acto seguido, propuso "suspender los efectos de la declaración de independencia" para abrir la puerta al diálogo.

Lo que desea ahora el Gobierno es que aclare si, con esas palabras, estaba haciendo una declaración unilateral de independencia.

Si Puigdemont confirma que declaró la independencia, o en el caso de que no conteste antes del lunes, el Gobierno aprovecha el mismo requerimiento para darle un segundo plazo, hasta el jueves, instándole a rectificar y volver a la legalidad, ya que de no ser así se aplicaría el 155.

 

CONGRESO DE DIPUTADOS

La Constitución española de 1978.

Título VIII. De la Organización Territorial del Estado

Capítulo tercero. De las Comunidades Autónomas

Artículo 155

  1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
     
  2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.

¿Qué permite el 155 al Gobierno?

Todo no, pero mucho. Aunque los constitucionalistas no se ponen del todo acuerdo, hay bastante consenso en que, al no especificar ninguna medida, el 155 da mucho margen al Gobierno, siempre y cuando cuente con la aprobación del Senado. El abanico va desde el control de las finanzas de la Generalitat, órdenes y toma de control de departamentos, destitución de cargos de la administración o incluso la disolución del Parlament.

Lo que no sería posible es implementar medidas que supusieran cambios “por la puerta de atrás” en el Estatut o en la propia Constitución. Por eso, los expertos creen que el 155 no supone una suspensión, ni mucho menos una supresión, de la autonomía. Sin embargo, resulta obvio que ésta quedaría muy limitada al quedar controlada total o parcialmente por la administración del Estado.

La aplicación del artículo tampoco tiene un límite temporal. Lo que indica la Constitución es que debe aplicarse hasta que se restablezca o revierta la situación de “normalidad constitucional”.