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Carlos Herrera  

 

COPE

Javier Sierra desgrana las interrogantes sobre la búsqueda del aparato que se ha suspendido hasta que aparezcan pruebas sólidas 

El 8 de marzo de 2014 un avión de pasajeros de Malaysia Airlines con 239 personas a bordo desapareció mientras hacia un vuelo rutinario entre Kuala Lumpur y Pekín. “A los 38 minutos de haber despegado se interrumpieron de repente todas las comunicaciones, lo que alarmó a las autoridades porque o bien había sido abatido o bien los pilotos habían decido deliberadamente desconectar los sistemas de rastreo del aparato”, explica Javier Sierra en 'Herrera en COPE'.

Desde entonces no ha habido ni una sola noticia esclarecedora del misterio. Durante meses se ha peinado el océano Indico, y hasta ahora “se han invertido según el informe que se ha cerrado estos días, 150 millones de euros” en la que se considera “la mayor operación civil de búsqueda de un avión en la historia".

"Veinte de los pasajeros pertenecían a una compañía dedicada a fabricar componentes de guerra electrónica"

“Siete horas después de la desaparición, los satélites todavía recibían señales de algo parecido a una baliza. Se pensó que podía haber sido desviado de su ruta. Además se supo que hizo un giro de 180 grados en su trayectoria aunque no hay constancia de que tomara tierra y los móviles de algunos pasajeros estuvieron durante 48 dando señales a los servicios de mensajería por Internet”, señala Sierra.

"Justo en el otro extremo del Índico apareció un asiento"

Pero en diciembre de 2015 apareció un fragmento de fuselaje de unos dos metros de longitud cerca de la isla Mauricio. "Justo en el otro extremo del Índico apareció un asiento. Los expertos se quedaron perplejos al ver que se trataba de fragmentos muy grandes por lo que a priori descartaron la explosión o un impacto muy violento contra el océano”, afirma el periodista.

Además, según ha advertido Sierra surgen las 'teorías de la conspiración'. “Al investigar los pasajeros que viajaban a bordo, se dieron cuenta de que veinte de ellos pertenecían a una compañía dedicada a fabricar componentes de guerra electrónica y microprocesadores para guiar misiles". En concreto, cuatro de ellos habían patentado un chip de semiconductores que podrían tener aplicación en la industria militar. Tras la desaparición, “la patente pasó a la familia Rothschild que era quien les tenía contratados”.

En cualquier caso y con todo las esperanzas de encontrarlo "se han diluido con el paso del tiempo".

De hecho el informe final publicado este mes en Australia, la desaparición del vuelo es "casi inconcebible" y "socialmente inaceptable en la aviación moderna".

El documento elaborado por la Oficina Australiana para la Seguridad en el Transporte (ATSB, siglas en inglés), que lidera la búsqueda en la que también participan China y Malasia, expresó su "profunda tristeza por no haber localizado el avión ni tampoco las 239 almas que iban a bordo y siguen desaparecidas".

El informe da cuenta de los detalles de la búsqueda del MH370 y el trabajo realizado por Australia en el rastreo submarino en un área de 120.000 kilómetros cuadrados en el océano Índico, frente a las costas occidentales de Australia, sin encontrar el aparato.

A bordo viajaban 239 personas, de ellas 154 ciudadanos chinos, 50 malasios (12 formaban la tripulación), siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos canadienses, dos iraníes, dos neozelandeses, dos ucranianos, un holandés y un ruso.

La búsqueda sobre el terreno se suspendió el 17 de enero pasado hasta que apareciesen pruebas sólidas que permitieran reanudar las operaciones.