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Carlos Herrera  

 

COPE

Un agente de los Mossos de la Unidad Antidisturbios, con voz distorsionada para preservar su identidad, ha reconocido en 'Herrera en COPE' que estos días se ha puesto en contacto con los sindicatos policiales para “tratar de ver si se puede conseguir una pasarela para que los mossos se puedan pasar a la Guardia Civil o a la Policía Nacional. Hay muchos compañeros que se pasarán", ha afirmado.

Asegura el agente que “el dispositivo para el 1-O, no existió”. “Nos dijeron que era un problema político y que no íbamos a actuar. Únicamente ayudaríamos a lo compañeros que estaban en los colegios y como último recurso si la Guardia Civil o la Policía Nacional lo requerían. No hicimos nada”, ha afirmado. “Ese día sentí mucha vergüenza al acabar el servicio y vi a compañeros en el vestuario que tiraban el uniforme al suelo, estaban dolidos y avergonzados por no poder ayudar a la población ni a los compañeros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional”.

Considera que la imagen del mosso el 1-O metiendo una urna con votos en un furgón para el recuento es “lamentable”. “Somos servidores públicos, nos debemos al estado democrático”.

"Me constan agresiones verbales entre compañeros en el comedor o en los pasillos"

Asegura además que existen “motivos para acusar” al jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero, quien este viernes por la mañana ha llegado a la Audiencia Nacional para declarar como investigado por un delito de sedición en relación al asedio a la Guardia Civil en una operación contra los preparativos del 1-O en la Consejería de Economía de la Generalitad el pasado 20 de septiembre. “Nos ha convertido en una policía política y nosotros nos debemos a todos los ciudadanos y no solo a una parte de ellos”.

Para el agente, “la ruptura social en Cataluña es un reflejo de lo que ocurre en el cuerpo. Me constan agresiones verbales entre compañeros en el comedor o en los pasillos. Últimamente me llegan noticias incluso de agresiones físicas”.