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Carlos Herrera  

 

COPE

Francisco García Urra, jefe de la UVI del Hospital Universitario de Donosti en la actualidad, en 1997 Hospital Nuestra Señora de Aránzazu, fue quien atendió a Miguel Ángel Blanco.

¿Qué se encontró doctor, tenía vida Miguel Ángel Blanco? "La primera impresión que tuvimos es que lo habían encontrado y lo habían encontrado vivo. Pero 15 minutos después nos dicen que no, que viene con un tiro en la cabeza. Hechas las primeras pruebas diagnósticas realmente estaba muerto, tenía una mínima actividad, sabíamos que el atentado había sido mortal de necesidad" recuerda el doctor García Urra, jefe de la UVI del otrora Nuestra Señora de Aránzazu, que no ha podido olvidar aquella tarde de aquel sábado de julio de 1997 como la mayoría de los españoles que vivimos intensamente aquellas horas de cautiverio y posterior angustia, al saber que había una mínima posibilidad porque se había encontrado al joven concejal de Ermua, secuestrado 48 horas antes, con vida.

Se sabe que Miguel Ángel Blanco recibió dos tiros, dos tiros de la misma pistola la de Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote, que primero le disparó detrás de la oreja, un disparo que le causó mucho dolor, muy intenso, y el segundo disparo, en la nuca, marca personal de Txapote, que fue "mortal de necesidad" como afirma el doctor García Urra, "cuando una bala entra en cualquier cuerpo la lesión no es lineal es cónico como si fuera el cono de un helado, va lesionando todos los tejidos y aunque no esté cerca del cerebro puede dañarlo igual. Cuando nos damos un golpe en un brazo el hematoma aparece en varias partes del brazo".

"El primer disparo posiblemente fue dolorosísimo, eso lo pueden describir mejor los peritos. Nosotros recibimos un paciente en coma profundo, quedaba un hilito de vida y lo que intuíamos desde el principio fue una realidad. La pupila no respondía es lo primero que falla cuando no hay actividad cerebral. Clínicamente estaba muerto, eléctricamente quedaba un poquito de vida, pero estaba en muerte cerebral. A las cinco de la tarde tenía un poco de respiración espontánea. Hacia las nueve o diez de la noche el encefalograma ya era plano" relata el médico que atendió y se ocupó del concejal de Ermua una vez encontrado su cuerpo por la DYA.

Recuerda también el doctor García Urra el comportamiento ejemplar de los padres y hermana de Miguel Ángel, "nadie está preparado para algo así, para la muerte de un hijo y de esta forma, pero sí lo fue, es una situación muy dura y la familia se comportó".