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Carlos Herrera  

 

elsemanaldigital.com - Guillermo Ortiz

Dice Luis del Olmo en entrevista a este periódico que el futuro de la radio "pasa por este comunicador catalán-andaluz que sabe entrarle a la gente, pues tiene una flexibilidad en la voz que le hace cercano". No ya el futuro: el presente es cosa de Carlos Herrera, el hombre más versátil de la radio española, la referencia a seguir en las mañanas informativas.

Carlos Herrera tiene algo de ZP -y que no se me enfade, por favor. Me refiero al talante: andaluz, bromista, irónico... parece llevarse bien con todo el mundo, aunque, en su caso, sin dejar de decir una verdad ni de actuar tal como piensa.

En la actual circunstancia, con el actual gobierno, un hombre que viene de la RNE de Felipe y la SER de Polanco, no se guarda ni una crítica e -incluso con su "talante"- puede ser más duro que nadie.

Esa es la principal diferencia con su gran competidor en el espectro del centro-derecha, Federico Jiménez Losantos. Herrera explica, Losantos adoctrina. A pesar de presumir constantemente de liberal, en su programa, Federico es un "intervencionista" de primera. Prácticamente sólo se le escucha a él, todo lo que tienen que decir sus colaboradores suele ser "estoy de acuerdo".

Y si alguien se permite contradecirle -a veces Pedro J. Ramírez, es cierto- casi lo hace pidiendo perdón.

Dice también Luis del Olmo que quizás el estilo de Losantos le dé "oyentes para hoy, hambre para mañana". Lo mismo se decía de José María García, y sí, llegó un "mañana" pero casi 30 años después de que empezara. Estoy convencido de que en la COPE firmaban algo así. El estilo de Losantos es muy efectivo. Su programa cabrea a la gente, la activa desde primera hora de la mañana, le dice lo que quiere oír.

En ese sentido, no hay sorpresas: si uno está a disgusto con el PSOE sabe que en la COPE le van a dar la razón y le van a nutrir de argumentos con los que discutir en el trabajo.

Pero Losantos no tiene la variedad de registros que tiene Herrera y, seguramente, no tiene su "eficacia". Las críticas de Carlos Herrera al Gobierno son demoledoras, precisamente por no ser ácidas, por no ser algo escenificado, esperado, a veces burdo, insultante. Herrera explica su desacuerdo, no se limita a poner apodos o apuntar contra todo lo que se mueve, fuera y dentro - lo de Piqué y Gallardón es sencillamente inexplicable- del PP.

Pero es que además Herrera puede divertir: tiene sus "fósforos", ha conseguido que uno se ría incluso con Lorenzo Díaz y Josemi Rodríguez-Sieiro, que no es poco.

Y, sobre todo, Federico, Carlos Herrera da espacio.

Deja respirar a los colaboradores... y al oyente.