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Carlos Herrera  

Gustavo Arregui 16/04/2000 
 
El periodista Carlos Herrera es una de las imágenes actuales asociada al cigarro. Apasionado del puro, en esta entrevista telefónica habla desde su casa sevillana sobre sus favoritos. También desvela las sensaciones que le produce abrir una nueva caja de puros, después de que la banda terrorista ETA intentara asesinarle mediante una bomba escondida en una caja de cigarros.

ElBuenHabano.- ¿Cúantos años lleva fumando, ha fumado cigarrillos?

Carlos Herrera.- El cigarrillo lo dejé. Llevo diez años fumando puros. Empecé a fumar en el fútbol y en los toros, como la mayoría de la gente.

EBH.- ¿Qué sabores y tamaños prefiere?

CH.- Mis tres favoritos son el Partagás Lusitanias, el Davidoff Doble R y el Montecristo nº2. Pero aparte de eso, fumo muchas cosas. Ahora mismo me estoy fumando un caliqueño valenciano que me está sabiendo a gloria. Me gustan mucho algunos canarios y ciertos tamaños de Goya, por ejemplo.

EBH.- ¿Qué cigarro fuma antes y después de comer, a media tarde, después de cenar...?

CH.- Empiezo a las nueve de la mañana con un Partagás Lusitanias, que se me dura hasta que acaba el programa en la radio, a la una de la tarde. Y a partir de ahí, depende. Para después de comer me gusta disfrutar de un 898. Y después de cenar, si lo hago fuera de casa, suelo encender un Montecristo Pirámide.

EBH.- ¿Cúal ha sido el puro que recuerda haber fumado después de un gran éxito?

CH.- Un Montero dominicano. Me lo fumé después de haber presentado la gala inagural del Mundial de Atletismo de Sevilla.

EBH.- ¿Pero usted debió pasarlo mal en aquella ocasión con el incidente de las giraldillas [en el que simpatizantes de ETA burlaron los controles de seguridad y llegaron al escenario disfrazados de mascota]?

CH.- Sí, pero era un homenaje a la República Dominicana que tiene tantos refugiados de ETA.

EBH.- ¿Y el puro de su situación más difícil?

CH.- No lo recuerdo. De hecho, si estás atravesando un mal momento, creo que tienes la cabeza en otro sitio y no estás pensando en lo que estás fumando.

EBH.- ¿Ha sentido alguna vez la necesidad de fumar un puro?

CH.- Sí, hace dos días. Fue después del traslado de la Virgen de la Macarena. Yo tuve el honor de llevar a Nuestra Señora. Fue un momento muy emocionante. Justo cuando acabó, crucé la calle y me metí en el bar de enfrente. Solamente tenían un purito Don Julián que estaba como una piedra, pero a mí me supo a gloria.

EBH.- ¿Asocia usted un cigarro a una situación?

CH.- El 898 a mis desayunos en Sanlúcar de Barrameda.

EBH.- ¿De pan con aceite, claro?

CH.- Por supuesto. Al acabar el desayuno, un paseo fumando un 898.

EBH.- Después de la situación que ha vivido, en la que ETA le hizo llegar un paquete bomba en forma de caja de puros, ¿qué se siente al abrir una nueva caja de cigarros?

CH.- Produce un inmenso placer ver los puros inmaculados. Implica a los sentidos del olor, la vista, el tacto... Los transporto al humidificador con todo el amor del mundo. Calculo cuánto me va a durar una caja, qué compromisos tengo en los próximos días... Una caja de Lusitanias me puede durar unos 20 días.

 

Intento de asesinato a estos periodistas de los más importantes en españa. En el caso de Luis del Olmo, los cobardes terroristas matarona un policia municipal que sospecho de ellos.