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Carlos Herrera  

 

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EL MUNDO

Volkswagen 'revisaremos todas las inversiones' y 'cancelará o aplazará' lo que 'no sea estrictamente necesario' 

El nuevo consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller, anunció hoy en Wolfsburgo que el grupo comprobará "todas las inversiones" planeadas en los próximos meses, para "cancelar o aplazar todo lo que no sea estrictamente necesario".

Entre otras medidas, Müller dijo que quiere "reajustar" el programa de eficienciaque ya había planeado el anterior jefe del grupo, Martin Winterkorn. Müller lo sustituyó el 25 de septiembre a consecuencia del escándalo de la manipulación de emisiones en los coches diésel de la empresa.

Dirigiéndose a los 20.000 empleados de Volkswagen que asistieron a la primera asamblea de empresa desde que saltó el escándalo hace más de dos semanas, Müller alertó de que las nuevas medidas de ahorro "serán dolorosas".

Aseguró, no obstante, que VW  "pondrá todo su esfuerzo" en asegurar los 600.000 puestos de trabajo que tiene en todo el mundo.

Con este anuncio, las inversiones en España podrían quedar en el aire. Están previstas desembolsos por 4.200 millones hasta 2019 en las dos fábricas que posee en nuestro país, tanto de la Seat en Martorell (Barcelona) como la de Landaben (Navarra). Recientemente, la compañía aseguró al Gobierno de Rajoy que el escándalo no iba a repercutir en sus planes de crecimiento.

No hay riesgo para la seguridad

Müller aseguró que todos los autos afectados por las manipulaciones son fiables. "En ningún momento", dijo, "se puso en riesgo la seguridad" de los clientes de Volkswagen.

Todos los coches que vende Volkswagen en Europa cumplen la normativa europea, de modo que "la producción en Wolfsburgo puede continuar" como hasta ahora.

Volkswagen manipuló los datos de emisiones de unos 11 millones de autos diésel con un software especial que detecta las condiciones especiales de las pruebas de laboratorio para emitir menos contaminación que durante su uso normal. Unos 8 millones de estos autos se vendieron en Europa.

Además, la compañía ha reconocido que los 6.500 millones de euros provisionados para hacer frente al escándalo "no serán suficientes".