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Carlos Herrera  

 

ONDA CERO

Carlos Herrera hace mención a la declaración de la infanta Cristina ante el juez Castro durante seis horas. También se ha referido a los Premios Goya, donde el gran protagonista fue un ausente, el ministro Wert, y al temporal que golpea a la península.

La Infanta se desvincula de la gestión en Aizoon y alega que confiaba en su marido

La Infanta Cristina se ha desvinculado ante el juez José Castro de la gestión de la empresa Aizoon, que compartía con Iñaki Urdangarin y de las contrataciones de personal doméstico que hizo esta sociedad. La Infanta Doña Cristina se está amparando en su declaración en que ella confiaba en su marido en la gestión de las empresas en las que ella también participaba. 

La infanta Cristina ha asegurado al juez instructor del caso Nóos, José Castro, que no participó en la gestión de Aizoon, la empresa que compartía con su marido, Iñaki Urdangarin, han informado fuentes jurídicas. Doña Cristina ha llegado al juzgado en coche y ha saludado a la prensa a su llegada.

Según el único abogado presente en la sala que durante el receso de diez minutos ha hecho declaraciones a los medios, el letrado del Frente Cívico "Somos Mayoría", Manuel Delgado, la infanta ha explicado que montó una empresa con Urdangarin "porque tenía mucha confianza en su marido".

Doña Cristina comenzó a declarar a las 09:58 horas como imputada ante el juez Castro y ha respondido a las preguntas del magistrado, del fiscal y del abogado del Estado, pero ha rechazado contestar a las preguntas de las acusaciones particulares.

La infanta ha señalado que no tomaba parte en la administración de la empresa familiar y también ha negado que participara en la contratación del personal doméstico que trabajaba en su casa y que cobraba a través de Aizoon.

El Rey pidió que el Duque dejara Nóos por razones "estéticas" El abogado del Frente Cívico "Somos Mayoría", asociación liderada por Julio Anguita, que ejerce de acusación popular, ha asegurado que la declaración ha sido tranquila, que doña Cristina "no ha contestado prácticamente a nada" y que respondió al juez con evasivas "en un 95%".

Los dos abogados de la acusación consideran que está utilizando continuamente la "teoría del amor", para usar a su esposo Iñaki Urdangarín como cortafuegos. Así, por ejemplo el letrado Manuel Delgado indicó que la Infanta había respondido al juez Castro, que ni siquiera "sabía que en su casa había una empresa", en referencia a Aizoon, la sociedad patrimonial que compartía al 50 por ciento con Urdangarin, y que según el juez era usada como pantalla fiscal para repartir beneficios y tributar lo menos posible a Hacienda.

El domicilio de la empresa era el palacete de Pedralbes de Barcelona donde vivía la pareja y sus hijos. Por todo ello, la letrada de Manos Limpias indicó que no se siente satisfecha del resultado, porque como ya se esperaba, la Infanta se está escudando en la "teoría del amor" y en que "no sabe". En este sentido, su colega Manuel Delgado criticó que esté "utilizando a Urdangarin como cortafuegos".

Sabía que el Rey pidió al Duque desvincularse de Nóos. La Infanta ha reconocido durante el interrogatorio del juez José Castro que sabía que su padre, el Rey Don Juan Carlos, le había pedido a Iñaki Urdangarin en 2006 que dejara los negocios relacionados con Noos, informaron fuentes jurídicas.

La Infanta ha dicho sonriente a los periodistas a su salida: "Hasta luego, gracias".Según el testimonio de la Infanta la petición se la habría hecho directamente el monarca al Duque de Palma. Noos fue creada en el año 2003 y cobró un total de 5,9 millones de las administraciones de Baleares y la Comunidad Valenciana.

El Consejo de Administración de Nóos estaba formada por cinco personas: los Duques de Palma, Carlos García Revenga, secretario de las Infantas, así como Diego Torres y su esposa Ana María Tejeiro. Los cincos han sido imputados por el juez Castro.

 

Premios Goya

'LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI', LA MÁS PREMIADA

'Vivir es fácil con los ojos cerrados' triunfa en los Goya 2014

La película de David Trueba se lleva seis Goyas, incluido mejor director, película, guión original, actor protagonista para Javier Cámara y mejor actriz revelación para Natalia de Molina. 'Las Brujas de Zugarramurdi' arrasa en las categorías técnicas y suma ocho estatuillas, contando con el premio a la mejor actriz de reparto para Terele Pávez. Marian Álvarez gana el Goya a la mejor actriz por 'La Herida', Roberto Álamo a mejor actor secundario por 'La Gran Familia Española' y mejor actor revelación para Javier Pereira.

Vivir es fácil con los ojos cerrados', de David Trueba, se ha alzado esta noche como la triunfadora de la 28 edición de los Goya, con seis galardones de los siete a los que aspiraba, aunque la que acumuló mayor número de estatuillas fue "Las Brujas de Zugarramurdi", con ocho de diez a las que optaba. Lo más importante de estos Goya es que fue la noche en que los eternos perdedores pasaron a ser ganadores. David Trueba, que acumulaba una decena de nominaciones sin premio, se llevó el reconocimiento al mejor director, al mejor guión original y a la mejor película por "Vivir es fácil con los ojos cerrados", una tierna historia sobre un profesor que en la España de los sesenta enseñaba inglés con las canciones de los Beatles.

El personaje real en que se inspiró, Juan Carrión, de 89 años, fue testigo en la sala de cómo Trueba subía tres veces al escenario para acordarse sucesivamente de la gente humilde y trabajadora, de los actores con los que "es un placer" trabajar y de aquellos a los que este año han tomado el testigo en la categoría de perdedores. Javier Cámara, mejor actor, reconoció haber soñado varias veces con este momento, algo que no puede decir su compañera de viaje, la jovencísima Natalia de Molina que se llevó el premio a mejor actriz revelación en su primera nominación.

Aunque no competía en las grandes categorías, "Las Brujas de Zugarramurdi", de Alex de la Iglesia, ganó por número de estatuillas con su trepidante y delirante aventura ambientada en el norte de España. El más deseado de ellos, probablemente, el que recogió de manos de Javier Bardem una emocionada Terele Pávez. A sus 74 años, la actriz bilbaína ha conseguido su primer Goya por su papel en "Las brujas de Zugarramurdi", y se lo agradeció al mismo director que hace años la rescató para el cine con su debut "El día de la Bestia" y que hoy no estuvo en la gala porque se encuentra en Argentina. También se fue más que satisfecho el equipo de "La Herida", una película de pequeño presupuesto que ha supuesto su opera prima en la dirección de Fernando Franco, montador de películas como "Blancanieves" -la ganadora del año pasado- o "Alacrán Enamorado".

Este drama sobre los padecimientos de una joven con trastorno límite de la personalidad se llevó dos de los tres Goya a los que aspiraba: mejor director novel, y mejor actriz protagonista para Marián Álvarez, tal y como apuntaban las quinielas, tras los premios cosechados en el Festival de San Sebastián. La protagonista de prácticamente cada plano de esta película, vestida de azul 'klein', tuvo su momento reivindicativo cuando, en referencia a la reforma del aborto, afirmó: "No vamos a permitir que nadie ni nada decida por nosotras". Entre los perdedores, "La gran familia española", que partía como favorita con once nominaciones y se tuvo que conformar con dos Goyas, el de mejor canción (Josh Rouse) y el de mejor actor de reparto, para un Roberto Álamo que se lo dedicó "a todos los actores del país, los que trabajan y lo que no".

La gala estuvo también marcada por un protagonista ausente, el ministro de Educación, Cultura y Deporte. Entre las críticas por un gesto que muchos consideraron "patético" e "impresentable" y el deseo de no convertir a José Ignacio Wert en el centro de la fiesta, lo cierto es que su ausencia fue destacada por actores y directores que coincidieron en que es la evidencia de un amargo divorcio entre el Gobierno y el mundo del cine. "Nuestro cine está muy por encima de nuestro ministro de anticultura", dijo Javier Bardem al subir al escenario a entregar el premio a la mejor actriz de reparto, y tuvo también palabras de reconocimiento para la "marea blanca de esperanza", en relación con la sanidad pública.

También en su monólogo inicial en el escenario del Centro de Congresos Príncipe Felipe, Manel Fuentes hizo mención a esta ausencia histórica. "Yo creo que vendrá porque además de Cultura es ministro de Educación. Si no viene, serían los primeros Goya sin ministro de Cultura", afirmó.

En un año negro para el cine español, el presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, arrancó los aplausos del público cuando señaló que "hacer películas hoy en nuestro país es un acto heroico" y agradeció públicamente al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, su posicionamiento a favor de la rebaja del IVA cultural. Con la sensación de repetir la misma letanía cada año, González Macho repasó los principales problemas del sector -piratería, cierre de salas, caída de la recaudación- y criticó las "medidas que se anuncian y nunca llegan".

En su discurso de despedida como presidente de la Academia, también pidió perdón por las metas no alcanzadas y apeló a la imaginación: "no van a poder acabar con los sueños de todos". Antes de comenzar la gala, en el exterior del Hotel Auditorium de Madrid, las protestas tomaron protagonismo: unos doscientos trabajadores afectados por el ERE de Coca Cola y decenas de miembros de la plataforma antidesahucios pidieron la solidaridad de actores y directores que desfilaban por la alfombra roja. Algunos como Pilar y Javier Bardem, Antonio de la Torre, Inma Cuesta, se acercaron brevemente a ellos y otros, como Fernando Trueba o Juan Diego Botto incluso posaron con sus pegatinas.