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Carlos Herrera  

 

COPE

Javier Sierra explica lo que han descubierto en la Gran Pirámide de Guiza, en Egipto, y ha vaticinado numerosos hallazgos en los próximos años

Si desmontáramos la Gran Pirámide de Guiza en Egipto, la de Keops, seguro que encontraríamos infinidad de cosas. Y concretamente esto es lo que ha sucedido. El jueves pasado se anunció en una rueda de prensa lo que se había usado en ese monumento: una tecnología capaz de radiografíar, de meterse por dentro de la piedra de cualquier estructura, y determinar los huecos y las cavidades que puede tener el objeto o monumento. Lo que se presentó ese día fue que, detrás de la puerta de acceso a la gran pirámide, se ha encontrado un corredor inédito de 9 metros de profundidad, con un techo a dos aguas, y que nadie había visto en los últimos 4.500 años, tal y como contaba Javier Sierra en 'Herrera en COPE'.

Gran Pirámide de Guiza

La técnica de "Muones"

Esto se consiguió porque fue detectado con esta tecnología llamada 'Muones' -que son unas partículas que se generan en la alta atmósfera cunado chocan con los rayos cósmicos y caen sobre nosotros continuamente-. Y esos 'muones' se pueden medir y calibrar cómo se van deshaciendo a medida que atraviesan un edificio o un hierro", explicaba Javier Sierra la técnica que se ha usado para este hallazgo. Sin embargo, aquí viene la sorpresa, porque esos 'muones' no solo han descubierto esta galería de 9 metros, sino que también dentro de la pirámide, en 2017 esa misma técnica ya encontró que hay, encima de la galería, hay otra sala de al menos 30 metros de largo que nadie ha visto todavía y que no se sabe cómo acceder a ella. "Esto es muy prometedor y está todo el ramo de los arqueólogos alucinados", decía sorprendido.

"Lo que hace esta técnica es que la aplicas, por ejemplo, a un edificio como la Gran Pirámide, y puede detectar variaciones de temperatura en la piedra, e incluso lugares donde se cree que puede haber corrientes de aire. Si hay una corriente de aire que sale del interior de una pirámide es que hay un pasillo. Y eso es lo que se está aplicando también ahí y está dando resultados sorprendentes", señalaba Javier Sierra.

"Los primeros que entran en la pirámide buscando tesoros, que son los árabes en el siglo X, que hacen un agujero -porque la pirámide estaba cubierta de piedra- como por azar y profundizando en ese agujero terminan encontrando un pasillo que se adentra dentro del monumento y que es el que da a las salas que hoy conocemos", relataba, añadiendo que había otras estructuras.

En búsqueda: la cámara funeraria de Keops

Esto es lo que también dijo el gran arqueólogo egipcio, Zahi Hawass, en la rueda de prensa del jueves pasado. "'Es que este pasillo sin lugar a dudas nos va a conducir a la cámara sepulcral de Keops', pero no estamos tampoco seguros", decía el escritor. De ser así, este descubrimiento sería una de las grandes noticias de los últimos años de la humanidad, al menos en el terreno de la egiptología. Ya vivimos el hallazgo de la tumba de Tutankamón en su día y encontrar en la actualidad la tumba intacta del faraón Keops sería "sorprendente", tal y como afirma Sierra.

El escritor también ha hablado de si esta técnica se puede aplicar para otros yacimientos del mundo: "Este equipo ya ha dicho que está listo para explorar pirámides en México o, por ejemplo, irse al mausoleo de Qin Shi Huang que es una pirámide en China intacta donde está el emperador más importante de la antigua China. O a la Capadocia. A cualquiera donde escondan tesoros intactos. Solo necesitan el permiso de las autoridades", señalaba, vaticinando que en los próximos años veremos numerosos descubrimientos.