El director de 'Herrera en COPE' analiza el debut de los de Luis Enrique, además de otros temas de la actualidad política

COPE

 

Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

 

¿Qué tal les va? A las ocho de la mañana, si no ha amanecido, es que está usted enfermo. A las 08:00 ya está toda la maquinaria del país en marcha. Prácticamente todo colocado en su sitio para que hoy nos enfrentemos a este 23 de noviembre. Y es el día que debuta la selección española en el Mundial de Qatar.

En este Mundial que ayer nos deparó alguna sorpresa, como por ejemplo la victoria de Arabia Saudí sobre Argentina, una de las grandes favoritas. La Argentina que venía venciendo en los 36 anteriores partidos que ha jugado, ganando la Copa América. Una Argentina siempre poderosa. Juegue Messi o no juegue Messi, Maradona o no Maradona, siempre es poderoso.

Perdió porque en fútbol, le pudo meter siete a Arabia Saudí, pero no se los metió porque una vez el VAR, otra vez el no sé cuánto. Y lo más interesante de estas cosas suelen ser más que deportivas, sociológicas, es ver cómo la afición, la torcida argentina, pone a caer de un burro a su selección.

Los mismos que decían antes de ayer que era la mejor del mundo, hoy están diciendo que son... por el buen gusto no reproduzco alguna de las cosas que dicen. ¿Sería parecido en España si España perdiera con Costa Rica? No sé, aquí también Luis Enrique tiene su parte de polémica. Ha llevado a 26 jugadores. De los 26 que ha llevado 20 son debutantes.

Esperemos que no, que Costa Rica no es un mal equipo. Tampoco es Argentina, pero no es un mal equipo. Pero miren, Argentina ayer se enfrentaba a una selección de tíos que técnicamente no son ninguna virguería, pero tienen un entrenador, Hervé Renard, que ya hizo campeona Zambia de la Copa de África. Y dice, hombre, ya que no tengo grandes estilistas, al menos que corran más que nadie y tienen una preparación física bárbara y corrieron más que nadie y la suerte les acompañó.

Mis amigos argentinos saben que, miren, España fue campeona y también perdió el primer partido.

Los otros temas del día

Cosas de las que hay que hablar esta mañana, de la sesión de ayer en el Senado. También de las hipotecas, que casi no le he dicho nada a lo largo de la mañana, de las hipotecas. Hoy conoceremos con detalle el contenido de las ayudas que el Gobierno anunció para aliviar la carga hipotecaria de las familias de menor renta.

El Gobierno ha explicado que estas ayudas son tres grandes bloques para familias con rentas inferiores a 25.200 al año, reduce el tipo de interés aplicable durante los cinco años de carencia en el pago del principal de la hipoteca, se amplía el ámbito del Código de 2012 a las familias con rentas de hasta 29.400 € y cuya hipoteca suponga al menos el 30 % de la renta. Y adicionalmente se contemplan más medidas dirigidas a todos los costes de inversión de las hipotecas de tipo variable a fijo.

Este es el resumen, muy resumen, muy resumen, muy resumen. Pero lo cierto es que nadie ha visto el texto, ni siquiera los bancos que pactaron con Economía las líneas generales de este acuerdo. Así ha pasado que algunos bancos ayer advirtieron que no van a firmar hasta leer con detenimiento el texto que ha preparado el Gobierno.

Y es que esa iniciativa, que aparentemente es digna de elogio, también tiene sombras, porque la banca ya tiene que soportar un esfuerzo adicional con el impuestazo atrabiliario que el gobierno le va a imponer mañana. Los bancos recuerdan que tanto los nuevos impuestos como las medidas de alivio hipotecario van a tener impacto en sus cuentas, por tanto, en su solvencia.

Irá a repercutir en la clientela. diga el Gobierno lo que diga. "Vamos a vigilar muy de cerca que no sé"... ¿cómo lo vas a hacer? Si un banco quiere cobrar más a la clientela que tiene, se lo vas a pedir por decreto. Calviño ha forzado al máximo la presentación de este decreto, incluso anunciando un acuerdo que no estaba cerrado para tratar de acallar las presiones de Podemos, para lograr la aprobación de la Ley de Vivienda y las cosas de este gobierno de colección también avenido y tan solidario, son así.

Pero hasta ahora sólo dos bancos han confirmado la adhesión al acuerdo: Sabadell y Caixa. Yo les recuerdo que la obediencia de Caixa se debe a que el Estado español figura como uno de los principales accionistas por su participación en el capital de Bankia después del rescate de 2012. Es el gobierno accionista de CaixaBank el que obliga a suscribir un acuerdo que otros bancos miran con más recelo.

Que ya les digo, veremos lo que dice el texto, porque el gobierno es experto en fuegos de artificio que acaban en nada. Fíjense lo del ingreso mínimo vital. Aliviar las cargas de las familias hipotecadas es un nobilísimo empeño. Van a beneficiar a una parte muy pequeña de las familias hipotecadas. Pero nunca olviden que la mejor manera de aliviar el impacto de la inflación sobre las cuentas habría sido apoyar la deflactación en la tarifa del IRPF.

Bildu, Navarra y la Guardia Civil

Pero de eso, este gobierno no quiere saber absolutamente nada. Y luego está lo de ayer, lo de mañana y lo de Bildu, que ya últimamente es lo de siempre. En vísperas de la aprobación de los presupuestos, la última contrapartida que los socios independentistas han arrancado a Sánchez es echar, bueno retirar, a la Guardia Civil de Navarra.

Es un año de presupuestos que nos va a costar el magreo indecente del Código Penal a favor del golpismo catalán. Y además, esa vieja pretensión de Batasuna, de Bildu, de echar a la Guardia Civil. Antes la echaba matándola, asesinándola, ahora pactando con Sánchez. Los presupuestos van a salir muy caros al Estado español, muy caro, y ya lo irán viendo poco a poco.

Ya no se van a producir más casos, es verdad, como los de las agresiones a los guardias civiles de Alsasua. Claro, por la incomparecencia. Porque el Gobierno acepta retirar la Guardia Civil de la Comunidad. Es la misma táctica que Sánchez presume de haber pacificado Cataluña. Pacificar por incomparecencia del Estado. Ceder siempre y en cuestiones muy importantes a quienes tienen en sus objetivos la liquidación de España y de su unidad territorial.

Pero no hace falta que les recuerde el pasado criminal de ETA y de las personas que hoy se integran en esta nueva Batasuna que es Bildu. Y tampoco hace falta recordar todas las veces que Sánchez juró y perjuró que no pactaría jamás con Bildu, jamás. Pero bueno.

Un nuevo cara a cara entre Sánchez y Feijóo

Y mientras, ayer en el Senado, cara a cara entre Sánchez y Feijóo. Sánchez definitivamente es el Joker. Ustedes se acuerdan del Joker. La cara pintada de blanco y la sonrisa de malar a malar con carmín. Pues esa es la risa nerviosa, la carcajada exagerada, la risa forzada, la risa impostada que ayer exhibía cuando Núñez Feijóo le preguntó por los elementos más complicados que tiene ante sí.

La derogación de la sedición, la de la malversación, la ley de Sólo es sí, etc. Feijóo utilizó la intervención para retar a Sánchez en esas cuestiones y luego también para contestar un poco a determinados sectores de la derecha, que todos los días le ponen tarea a Feijóo, que le ponen una nueva prueba de pureza de la raza.

Sánchez le acusaba de estar a las órdenes de un sector de la prensa conservadora y Feijóo, lo que estaba, era defendiendo su autonomía para fijar la estrategia frente a la insólita campaña de críticas que últimamente arrecian desde sectores de la propia derecha. Esto recuerda un poco, antes decía Maricarmen de Castro, a Aznar le pasó algo parecido y no digamos a Rajoy cuando el Congreso de Valencia.

Pero bueno, y hoy, elecciones en la CEOE, veremos qué sucede.