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Carlos Herrera  

 

COPE

Analizamos la "Ley de Bienestar Animal" del ministerio de Derechos sociales que lleva la ministra de Podemos Ione Belarra

La ley del ‘solo sí es sí’, la Ley Trans, las reformas de los delitos de sedición y malversación… y, ahora, le toca el turno a la "Ley de Bienestar Animal", una propuesta de Ione Belarra, ministra de Podemos.

Un proyecto de Ley que ha visto modificado algo su primer borrador, pero del que hay muchas cosas que analizar, entre ellas, le hecho de que, por ejemplo, se penalice más a una persona que maltrate a un animal que aquella que maltrate a una persona.

Para analizarla en profundidad hablamos con el veterinario y catedrático de la Universidad de Castilla- La Mancha, Christian Gortázar quien advierte que este proyecto de Ley es “una parte de un pack de dos partes, la segunda parte es una modificación del Código Penal”.

En este sentido, habla el veterinario de la comparativa que se establece en esta Ley con las personas y el debate que está abierto ahora cuando se observa que se va a castigar más a una persona por maltratar a una animal que por maltratar a otra persona. Explica Christian Gortázar que “ahora mismo no hay ni un solo artículo del Código penal que contenga nueve circunstancias agravantes que, luego, multiplican la pena” y destaca que en esta Ley “hay un sustitutivo agravado en el que si hay dos agravantes se aplica el superior en grado”.

Uno de los ejemplos que da este veterinario es “si alguien mata u ratón en su casa, y lo hace en presencia de menores y se graban fotos o vídeos y se difunden en redes sociales, podría suponer el ingreso en prisión del reo”.

Uno de los primeros aspectos que destaca este veterinario es que “no se definen bien los tipos de animal, no se distingue lo que es un animal de compañía; una mascota; lo que son animales de trabajo; lo que es una fauna silvestre; lo que son animales asilvestrados…”, encontrándonos con los primeros problemas a la hora de “gestionar tanto el medio natural, el medio urbano como el uso de los animales en ganaderías extensivas o en cualquier otra actividad donde los animales tengan un papel distinto al de una mascota”.

Critica Gortázar que, al contrario que el resto de países europeos donde “las regulaciones de bienestar animal deben surgir del conocimiento, del ámbito veterinario y surgen de los ministerios de Agricultura”, en Españano surge de ese ministerio sino que surge del activismo”. Por lo que no duda este veterinario en calificar el contenido de la misma en “una serie de despropósitos.