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Carlos Herrera  

 

COPE

El que fuera ministro presenta "El censor de Shakespeare", una novela en la que enfrenta a Monseñor William Sankey, jesuita censor a decidir si incluirá los dramas de Shakespeare

William Shakespeare ha sido uno de los grandes escritores de todos los siglos. Pero, como muchos autores su obra no estuvo exenta de polémicas y sus libros estuvieron, en varias ocasiones, en riesgo de ser censurados.

Un ejemplo de ello tuvo lugar en 1624, en Valladolid. Ahí Monseñor William Sankey, un jesuita censor de la Inquisición, tuvo que decidir si incluía en el 'Índice de libros prohibidos', un volumen que se encontraba en la biblioteca del seminario nada más y nada menos que la edición infolio que reúne póstumamente treinta y seis de los dramas escritos por William Shakespeare.

Un dilema moral que explora Federico Trillo en su nueva novela, "El censor de Shakespeare". Un libro que ha escrito 23 años después de retirarse de la vida política y a punto de jubilarse de la jurídica y que, como ha asegurado el ex presidente del Congreso, no es un biografía al uso porque “la vida de su antónimo, del censor, que era gran amigo de la infancia de él, es también una vida que yo he procurado montar sobre los acontecimientos históricos para anclarla bien en la historia de España e Inglaterra en el momento crucial”.

Un acontecimiento que, como ha explicado el ex embajador, comienza “en el momento crucial que, en España empieza después de la Armada Invencible, de su decadencia y ascenso”. Razón por la que, como ha asegurado Trillo, “las dos vidas son muy peculiares y sale así unas vidas paralelas yo creo que muy interesantes para el que le interese ese periodo”.

Sin embargo, el autor ha centrado gran parte de su obra en Shakespeare y en la novela afirma que el autor británico fue un gran aliado para España en el asunto de la Leyenda Negra, algo que ha corroborado en 'Herrera en COPE': “Es una de las cosas más picantes del libro. Shakespeare, con relación a España, tiene actitudes muy interesantes... desde las anecdóticas como promocionar nuestros vinos a cosas más interesantes como comprar productos españoles a Antonio Flores”. Anécdotas que podrán descubrir en el audio adjunto y de las que podrán profundizar en "El censor de Shakespeare" la nueva novela de intriga de Federico Trillo.

COMPRAR EL LIBRO¿Resurgirá Shakespeare cual ave fénix?

Valladolid, 1624, Seminario para ingleses de San Albano. Monseñor William Sankey, jesuita censor de la Inquisición, llega con una misión: decidir si incluye en elÍndice de libros prohibidos un volumen que se halla en la biblioteca del seminario: la edición infolio que reúne póstumamente treinta y seis de los dramas escritos por William Shakespeare.

La tarea plantea a Sankey un difícil dilema moral, pues William fue su amigo íntimo, su alma gemela. Ambos habían nacido en Stratford-upon-Avon en abril de 1564 bajo el signo de Tauro—ambiciosos y leales—y el de laviejafecatólica en un tiempo de prohibición de su culto, persecuciones y ejecuciones, que no acabarían con la llamada Paz de Londres en 1604, sino que resurgirían con la Conspiración de la Pólvora y se arrastrarían hasta la Guerra de los Treinta Años. A lo largo de sus vidas paralelas se quisieron y se enfrentaron tras compartir los peligrosos acontecimientos históricos de la época junto a los personajes más importantes, tanto ingleses—Francis Bacon, Walter Raleigh, los condes de Southampton y Essex, los Cecil—como españoles—Antonio Pérez, el duque de Lerma, el conde de Gondomar—.

Todo lo que compartieron y todo lo que los separó asaltan el juicio de Sankey, que, al enfrentarse a la obra del amigo, hará memoria de sus vidas paralelas para determinar si, como el ave fénix, William Shakespeare merece resurgir, eternamente, de sus cenizas.

Con maestría, certeras dosis de intriga y rigor histórico, Federico Trillo-Figueroa desgrana en esta novela las claves de la obra de Shakespeare y las zozobras políticas y espirituales de una época crucial en la historia de las religiones, de la geopolítica, que enfrentó a Inglaterra y España, a católicos y anglicanos, a jesuitas y dominicos, en los umbrales de la Edad Moderna.