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El catedrático presenta "De la Casa Blanca a la Santa Sede", un análisis sobre los últimos presidentes estadounidenses y los sucesores de San Pedro
Dos de los hombres más poderosos del mundo son el presidente de Estados Unidos y el Papa. Cada uno de estos cargos tienen sus ventajas y sus inconvenientes pero es innegable que poseen un gran poder y son fuentes inagotables de reflexión y acontecimientos. Un hecho sobre el que Rafael Navarro-Valls ha reflexionado en su último libro, "De la Casa Blanca a la Santa Sede" donde realiza un análisis de los últimos papados y los presidentes estadounidenses más recientes. Un poder entre lo político y lo espiritual donde analiza la relación entre Estados Unidos y Roma.
Una conexión en la que, según el profesor de honor de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, “Roma entra tarde en el juego con Estados Unidos porque entra con Roosevelt que manda el primer comisario ante la Santa Sede”. Sin embargo, a partir de entonces, hay una relación “muy importante en la que los presidentes no olvidan que hay 70 millones de católicos que tienen derecho al voto y que, por tanto, es un voto muy goloso”.
Además, el también vicepresidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación Española, ha querido destacar que una vez se ha nombrado un nuevo Papa, “cae sobre él mil trescientos millones de personas” mientras que sobre el presidente de Estados Unidos tiene a su cargo a “unos trescientos treinta y dos millones de personas”, por lo que, entre ambos, “efectivamente tiene que haber relaciones”. De hecho, Rafael Navarro-Valls ha recordado cómo en una conversación privada que mantuvo con Juan Pablo II, le dijo que “él no había actuado políticamente en el Crack del Telón de Acero sino que simplemente había aplicado la doctrina del Evangelio donde se incluyen los derechos humanos”.
Una relación que se reanudó cuando, posteriormente, intervino el Papa Francisco durante la nueva apertura de Cuba a Estados Unidos y, “al mismo tiempo cuando pidió oraciones por Siria durante el terremoto bélico la gente se reía de él pero, al mes, la situación se había normalizado en el país, demostrando así que las relaciones son de ida y vuelta”.
Un libro donde también recuerda la labor de su hermano, Joaquín Navarro-Valls, que fue uno de los portavoces de los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, durante 22 años.
La presidencia de Estados Unidos y el papado son fuentes inagotables de reflexión y acontecimientos. Cuando hablamos del presidente norteamericano como «hombre más poderoso del mundo», no hay que olvidar las reglas del circo político en que actúa. Los miedos a la realeza y tiranía que los primeros inmigrantes europeos sufrieron en sus carnes, llevó a elaborar un sistema de Gobierno rodeado de contrapoderes. El chascarrillo político que circula por Washington de que «la única decisión que el presidente puede tomar solo es la de ir al baño», ilustra sus condicionamientos, no solo por el sistema de poderosos consejeros que lo rodean, sino también en el plano legislativo. Si hablamos de los sucesores de San Pedro, la intervención del Espíritu Santo en el cónclave que elige a un pontífice se opera a través de complejos mecanismos en los que se entrecruzan las virtudes, las actuaciones y las pasiones humanas. Una vez elegido, la carga que pesa sobre él es aún mayor –aunque de distinta índole– que la que se cierne sobre un presidente. De repente, caen sobre él 1329 millones de católicos con multitud de matices y vertientes. En este libro se analizan los dos mayores centros de poder de la tierra: el espiritual, cuyo protagonista reside en Roma (Vaticano), y el político, con sede en Washington (Casa Blanca). De Kennedy a Biden y de Juan Pablo II a Francisco conoceremos los grandes hitos de los inquilinos de la Santa Sede y el Despacho oval.
«Navarro-Valls es un apasionado defensor del conocimiento de la Historia, y de la exacta percepción de los perfiles histórico-políticos, así como de las relaciones entre la comunidad política y la comunidad religiosa». Rinaldo Bertolino, Rector de la Universidad de Turín, L´Ateneo.
«Navarro-Valls no se ha limitado a ser buen profesor e investigador infatigable, sino que ha llevado una importante labor divulgadora a través de la prensa, en la que publica espléndidos artículos». Jorge de Esteban, escritor y catedrático de la UCM, Iustel.
