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Carlos Herrera  

 

COPE

Nació en Valladolid en el año 1958 y dedicó su vida al mundo de la fotografía y a captar los momentos y las personas de la otra movida

-Los años 80 se vivieron de forma especial en Madrid con la conocida Movida. Esa fue la etapa que aprovechó Jesús Sebastián para reunir un legado fotográfico único.

-Este vallisoletano estuvo durante 18 años saliendo cada noche a retratar lo que se iba encontrando en la calle y en muchos de los locales de moda en ese momento en la capital de España. Él supo captar la otra movida, la que era menos oficial, de las primeras tribus urbanas y de muchos de los famosos que salían a la calle a comerse el mundo. Había ganas de hacer cosas nuevas. Jesús Sebastián lo captó con su cámara.

-Quién es Jesús Sebastián, este fotógrafo tan especial

-Jesús nació en Peñafiel en Valladolid en 1958. Llega a Madrid con 18 años, en 1976, para estudiar la carrera de Cine, ya que es Licenciado en Imagen y Sonido. Tenía claro que durante su época de estudiante tenía que ganarse la vida en Madrid, y por ello la cámara de fotografías se convirtió en su fiel compañera. Lo que nunca esperaba es que lo que pensó que sería algo breve se dilatara en el tiempo, siendo un captador de imágenes de una época en la que hizo historia.

-Hablamos de un trabajo excepcional que realmente se conoce poco y que es un testimonio excepcional.

-Jesús guarda celosamente en su casa cerca de 90.000 negativos en un trabajo que le ocupó desde 1982 hasta el año 2000. Sebastián con su cámara colgada de su cuello hacía un recorrido nocturno por muchos de los bares musicales, pubs y restaurantes de Malasaña y se ofrecía a hacer fotografías. Al día siguiente volvía con la imagen ya revelada y la vendía a la persona que había captado con su cámara. Fueron muchos años, pero Jesús Sebastián fue reuniendo negativos, que hoy son un tesoro.

-Hace tres años en una entrevista de Antonio Pérez recordaba Jesús lo que cobraba por aquellas fotos.

-Jesús señalaba que comenzó cobrando por foto unas 100 pesetas. Le pagaban por anticipado y luego les entregaba una copia en blanco y negro. Solo las ofrecía en color en la Nochevieja madrileña. Recuerda que la vida fue subiendo y él tuvo que adaptarse a los nuevos tiempos. En el año 2000 cuando dejó de salir a fotografiar la movida cobraba por una imagen unas 250 pesetas.

-Una jornada laboral que le hacía visitar muchos establecimientos.

-Era habitual en ese tiempo ver a Jesús Sebastián por la zona de Malasaña. Se convirtió en una persona conocida por todos y común. Cada noche visitaba unos 20 locales y hacía su trabajo. Al día siguiente revelaba y se disponía a volver a la ruta, y de paso hacer más fotos y entregar las que ya había revelado. Curioso, pero Jesús no entraba en discotecas, porque no le gustaba hacer fotografías en ellas.

-Jesús disfrutaba haciendo su trabajo, ya que se encontraba con tribus urbanas muy variopintas.

-En ese tiempo salir por Malasaña hacía que se pudiera encontrar con los punk, los after punk, los poperos, los rockeros, los rockabillys (tan de moda) y los mods. Recuerda Jesús que nunca se mezclaban, aunque se soportaban entre ellos, cada grupo se situaba en su sitio. El fotógrafo hizo fotografías a todos, pero no acudía a los lugares donde estaban los punk porque le vacilaban y encima nunca compraban una foto.

-Jesús Sebastián siempre ha sido un fotógrafo fino a la hora de disparar con su cámara.

-Hay que tener en cuenta que hablamos de unos años donde no existe la fotografía digital, y no se podía malgastar el carrete. No afinar hubiera supuesto un gran gasto en material fotográfico o incluso hacer grandes series hubiera hecho que se perdiera mucho carrete. Pero era fino, porque trabajaba en parajes con poca luz, pero salían sus fotos, porque se había convertido en un maestro a la hora de enfocar. Y ojo salvando en muchos casos el humo de aquellos locales, ya que entonces se fumaba y mucho.

-En 1995 llega a la radio y cinco años después deja de salir a captar imágenes, dejándolo a un lado

-Así es, ficha como redactor en Radio Nacional de España en 1995 y cinco años después coincidiendo con la llegada del euro, Sebastián cuelga los bártulos. Ya había llegado la fotografía digital y se dio cuenta de que ya le costaba mucho conectar con esos jóvenes de 18 a 20 años que visitaban esos parajes en Malasaña. En esa despedida de la noche, sus fotografías se vieron en dos locales donde las expuso el Café Manuela y el Penta.

-Su cámara captó la noche, con sus rostros tan típicos, con el deambular en esas noches frenéticas de ese tiempo y rostros también conocidos.

-En el Café Manuela en aquel tiempo captó fotografías que son historia, y que muchas de ellas están bien guardadas por Sebastián, a la espera de que alguien se digne en hacer una gran exposición y un excepcional catálogo. En esas noches que parecían nunca acabar el fotógrafo captaba a Georges Moustaky en el

Manuela, al tenista John McEnroe en 1984 en la calle, a Javier Krahe y a tantos personajes que hicieron historia.