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Carlos Herrera  

 

COPE

El Presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se pronuncia tras la orden de demolición de la urbanización Marina de Valdecañas, y pide que la UE "revise el suelo protegido" del país

Cuando hablamos de complejos lujosos, se nos puede venir a la cabeza varios lugares conocidos por ser complejos vacacionales de lujo. Se nos puede ocurrir Benidorm, Marbella o Ibiza, si lo que buscamos es la calma y tranquilidad del Mar Mediterráneo, pero también otros muchos parajes del norte y el sur peninsular están más que a la altura. Extremadura cuenta con uno, que quizá sea menos conocido, pero que igualmente cuenta con uno que ha sido protagonista en las últimas horas, y no precisamente de manera positiva.

La Sala III del Tribunal Supremo ha estimado el recurso de casación presentado por Ecologistas en Acción y ha acordado la demolición del hotel, las viviendas y el campo de golf de la urbanización Marina Isla de Valdecañas, construida en una zona protegida de la provincia de Cáceres. El Supremo ha revocado de este modo la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura en la que se que declaró la imposibilidad material de demoler los edificios ya construidos de la urbanización Marina Isla de Valdecañas.

Todo esto se ha desencadenado a causa de una denuncia promulgada por Ecologistas en Acción. El coordinador y abogado de Ecologistas en Acción Extremadura, Ángel García Calle, ha asegurado que la organización va a seguir "peleando hasta el final" si la Junta y los propietarios recurren al Constitucional el auto del Tribunal Supremo que acuerda la demolición del complejo.

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha mostrado en Herrera en COPE, su parecer ante esta circunstancia que puede afectar negativamente a la economía de la comunidad autónoma. La Isla de Valdecañas, es un paraje situado en mitad del embalse homónimo, que dependiendo de la época del año y del nivel de agua que tenga el embalse, se muestra como isla o como península.

Al principio de los 2000, se decide crear una urbanización de lujo en ese paraje, "con el amparo de los técnicos, de que era un lugar que estaba bastante degradado", afirma el presidente extremeño. En aquel momento, se decidió llevar este proyecto para darle una nueva cara a la comunidad y "luchar contra la despoblación".

El Supremo aún debe pronunciar la sentencia que ordene los procedimientos a seguir ante esta tesitura, ya que de momento, según indica el alto cargo de la Junta de Extremadura, "se desconoce quién se deberá encargar de su demolición; y a buen seguro, los propietarios tendrán algo que decir al respecto. Del mismo modo, Fernández Vara considera que "es necesario revisar todo el suelo protegido de la comunidad y del resto de España, habría que permitir el uso de determinadas zonas protegidas que no tienen tanta relevancia".

Una zona rejuvenecida tirada a la basura

Cuando nos referimos al espacio de la Isla de Valdecañas, nos referimos a un lugar que a principios de siglo se le dio un lavado de cara para atraer y ofrecer a los turistas y a la gente deseosa de ir a vivir a Extremadura, un lugar diferente y único en todo su paisaje. Su derribo, afirma el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, "va a tener consecuencias negativas para la isla, volverá a ser un punto vacío como lo era hace décadas". El terreno de la urbanización Marina, cuenta hasta el día de hoy con diferentes zonas dedicadas a vivienda y chalets adosados de lujo, piscinas e incluso un campo de golf.