El experto en relaciones internacionales y el embajador español en El Cairo explican y valoran la situación en el país.

"Hay unas demandas de cambio no respondidas por el régimen", dice el embajador.

Según Arístegui, "Egipto es una pieza clave  en el mundo árabe ya que sus ciudadanos suponen un cuarto de la población árabe en el mundo".

No es fácil entrar en valoraciones o hacer algún tipo de predicción sobre la revuelta social que está teniendo lugar en Egipto. Para el portavoz de exteriores del PP en el Congreso y experto en relaciones internacionales Gustavo de Arístegui "es una situación sin precedentes". A lo largo de este sábado, la gente se ha vuelto a echar a las calles de la capital "ignorando el toque de queda establecido desde las 17.00 h" (las 16.00 en España), ha dicho a 20minutos.es el embajador de España en Egipto, Fidel Sendagorta Gómez del Campillo.

"Hay unas demandas de cambio que no estaban siendo respondidas por el régimen", prosigue el embajador, "que teme perder el control de la situación".

Arístegui destaca la importancia de este país dentro del mundo árabe. "Es una pieza clave: uno de cada cuatro árabes es egipcio".

Respecto a las consecuencias económicas que la revuelta egipcia podría tener en países del Magreb, España y otras potencias europeas, Arístegui descarta cualquier tipo de repercusiones: "Habrá que ver si la transición se produce en el marco de un régimen abierto y liberal, si así ocurriera está lejos de afectar a las inversiones exteriores".
 

 

Inoperancia europea ante la crisis egipcia

EE UU ha sido una de las voces más escuchadas desde el comienzo de las revueltas. Barack Obama instó a su homólogo egipcio, Hosni Mubarak, a que dé pasos concretos hacia reformas políticas, sociales y económicas en el país.

El protagonismo estadounidense acapara todas las atenciones mientras que la Unión Europea parece no pronunciarse sobre los acontecimientos (sí lo ha hecho de forma individual la canciller alemana, Angela Merkel). "Europa está demostrando un despiste muy preocupante", apunta el diplomático Gustavo de Arístegui, "tiene que reevaluar su posición en el norte de África y el mundo árabe, algo que está haciendo más EE UU".

Lo que el futuro depara en Egipto

"Hay que reformar el sistema manteniendo el orden", señala el embajador español en la zona. El portavoz de exteriores del PP Gustavo de Arístegui opina que el nuevo Gobierno egipcio "tiene que construir una transición a la democracia muy clara", ya que "Egipto es una pieza fundamental en el mundo árabe".

¿Pueden las revueltas sociales de Egipto contagiar a otros países del norte de África?

"Depende del grado de deterioro que tenga cada régimen", indica Arístegui. "Túnez tenía un grado de putrefacción muy grave. Egipto tiene otra situación, marcada por el pucherazo en las elecciones y la persecución de blogueros y periodistas", añade.

Entre las semejanzas de los países árabes, el embajador Gómez del Campillo destaca que todos ellos son países con crecimiento muy rápido de la población, "la mayoría son menores de 25 años y con expectativas de una vida mejor. Esa fuerza está presente en ellos y puede ser determinante ahora".