noticia
 
 
Carlos Herrera  

La verdad sobre el ataque homófobo ocurrido en Madrid, la subida de la luz y la necesidad de que todos nos vacunemos para evitar una sexta ola, temas de la editorial de Herrera

COPE

 

Señoras, señores, me alegro. ¡Buenos días!

 

Les doy la bienvenida a las 8.00 de la mañana, las 7.00 en Canarias, a esta mañana de septiembre que hace el día 9 del mes, jueves. Cielos nubosos en varios puntos de España y temperaturas que siguen bajando ligeramente como es normal hasta que llegue el veranillo de San Miguel.

¿A cuánto va el kilo de la electricidad?, a lo mejor es la primera pregunta que hacen. Bueno, ya les digo que hoy está ya en otro récord, a 141,71 euros, y se siguen coleccionando facturas para enviarlas al ministerio del señor Escrivá, que ayer nos decía, muy amablemente, que él cree que no hay facturas que sean el doble que el año pasado, que en todo caso habrá más consumo. Bueno, hay muchos que insisten en enviárselas para que contraste que sí, que ciertamente es así. A ver qué hace el Gobierno a lo largo de todo ello.

La fábula de Malasaña: estigmatizar a la oposición

Hoy, indudablemente los medios, en todos los medios de lo que se habla largo y tendido es de la fábula del cúter de Malasaña, que como las fábulas de Esopo nos deja muchas moralejas. Para empezar, hoy es un día para mandar un saludo a los ultraderechistas con carnet de Vox que habrían agredido al muchacho que es lo que dieron a entender el Gobierno y la izquierda en general, y también, a los inmigrantes ilegales que habían agredido al muchacho que es lo que dio a Vox.

¿Qué es lo que ha ocurrido? Un joven denuncia que ocho, ocho nada menos, ocho encapuchados le han agredido en el zaguán de su casa, a plena luz del día le atacan, le graban con un cúter maricón en el culo y se marchan y la Policía busca a esos ocho. Hombre, ocho encapuchados en el mes de septiembre, en un domingo por la tarde en Malasaña en Madrid no pasan desapercibidos y no los vio nadie. Ya les decíamos ayer aquí, no está nada claro: qué se supone que conocían al muchacho, conocían sus inclinaciones, le venían persiguiendo desde hacía tiempo, que qué raro es todo.