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Carlos Herrera  

 

ABC - Salvador Sostres

De Sevilla a Madrid, pasando por Australia. Lo dejó todo para irse Australia a hacer surf y a vivir en una furgoneta. Pero se dio cuenta de que no era tan falso que el trabajo dignifica, volvió a Madrid, creó su empresa, y se enganchó a la radio como su padre.

-Alberto, que dicen que por ser joven eres víctima, pobre e idiota.

-Es ridículo. Los de mi generación que se victimizan tienen una perspectiva histórica paupérrima.

-Padres, abuelos.

-No entienden lo que sufrieron nuestros padres y abuelos. Nosotros somos la era de las mejores oportunidades.

-¿Cuándo empezaste a ver que el mundo y tú no ibais por el mismo camino?

-Yo fui la oveja negra de la familia. Me aburría estudiando. Era muy perro, aunque al final lo iba sacando.

-Hasta aquí, como todos.

-Sí, pero es que yo creía que había más cosas de las que me decían, yo creía que había otro tipo de vida.

-Australia.

-Y con 22 años, con un dinero que tenía ahorrado, me fui a recorrer la costa australiana con una furgoneta y una tabla de surf. Dejé un trimestre tirado, mis padres intentaron que no lo hiciera. Pero yo me iba a Australia con la idea de quedarme para siempre allí.

-¿Por qué?

-Te enamoras, te rompen el corazón, quieres salir corriendo. Quieres ver lo que no has visto. Quieres que el mundo no sea pequeño.

-Y regresaste.

-Me di cuenta de que es verdad que el trabajo dignifica, que te construye como persona.

-¡Menos mal!

-Volví y creé mi propia empresa de comunicación. Es verdad que en algunos casos he tenido más posibilidades de encontrar clientes gracias a mis padres, pero quería mi empresa, y no ser empleado de nadie.

-La radio.

-Jamás pensé que iba a trabajar en la radio, y menos siendo el hijo de Carlos Herrera. Yo siempre había dicho que Michael Schumacher hay uno y el hijo estorbaba.

-Y aquí Alberto, el hijo de Carlos.

-Un día a mi padre le falló un invitado en Radio Carlitos y me hizo a mí la entrevista.

-Gustaste a los directivos.

- Y mi padre me dio una sección en el programa. Entonces me enganché a la radio. Fue instantáneo e inesperado. Nunca me lo habría imaginado.

-Y este verano, el magazín de las mañanas. Nepotismo.

-Esto es lo que me dijeron cuando se supo la noticia: que era nepotismo. Pero mi padre ni sabía que Cope iba a proponérmelo.

-Dos noticias.

-Agustín Bravo, que es quien le sustituía en verano, entra en ‘Isla Supervivientes’ y entonces me llama Javier Visiers, el director general de Cope, y me dice: «Tengo dos noticias para ti: una buena y una mala. La mala es que te quedas sin verano, la buena es que te vienes a trabajar con nosotros». Y ahora estamos haciendo el magazín de 10 a 12 h con Bárbara Archilla.

-El magazín.

-La idea es que el magazín tenga nuestra propia personalidad, pero sin perder los rasgos que hace que el programa guste.

-El sonido

-La radio que me gusta es la que cuida el sonido como algo bonito, sensible, hondo. Me parece más importante el sonido que el contenido.

-Andaluz.

-Soy andaluz y no quiero disimularlo, quiero que se note. No tanto porque los contenidos tengan que ser todos andaluces como para hacer un programa de Andalucía para España.

-Acento.

-Sobre esto también he reflexionado. No es que haya que paliar el acento andaluz, pero hay que pronunciar bien.

-Twitter.

-Siempre ha habido tontos pero ahora tienen un megáfono.

-No estás en Twitter.

-No estoy porque me repugnan los linchamientos.

-Mami.

-Yo soy hijo de Mariló Montero, que entre 2010 y 2014 sufrió una de las mayores cacerías y escarnios de España.

-Papi.

-Mi madre es de Navarra y estábamos en su pueblo, Estella, celebrando las fiestas, que son como los Sanfermines pero en pequeño. Yo tendría 15 años, iba vestido de blanco pero en la camiseta llevaba una pequeña bandera de España. Uno se acercó y me dijo: «Lástima que no explotara la bomba de tu padre».

-Es muy duro.

-Me sentí fatal. Alguien del pueblo de mi madre deseando la muerte de mi padre.

-¿A veces, por no verles sufrir, y por no sufrir tú, has deseado que dejaran su faceta pública?

-Jamás. Cada uno es dueño de su vida y ha de desarrollar sus capacidades. Hablamos, nos aconsejamos, nos ayudamos. Pero lo que tengo clarísimo es que por cuatro imbéciles no merece la pena sufrir.

-Evadirte.

-Lo mejor que puedes hacer es oídos sordos. Yo jamás entro en provocaciones. En esto soy muy bueno.

-Yo también, y aunque a veces tienes que morderte la lengua, no decir nada es siempre la mejor respuesta.

-Siempre hay alguien a lo lejos que te llama fascista. Pero yo hago que ni me entero.

-Instagram.

-Reina el postureo, aunque cierto postureo está bien, porque hay que alimentar el ego.

-Híbrido.

-Yo sé relacionarme dentro y fuera de las redes sociales, pero muchos de la generación Z ya sólo saben vivir a través de su iPad.

-El iPad está bien.

-El iPad está bien, pero me preocupa que crean que es el mundo real.

-Indultos.

-No puedes saltarte la ley, seas de donde seas y te llames como te llames. El independentismo es la causa más insolidaria.

-La izquierda.

-Me sorprende que los que más de izquierdas son, y más solidarios tendrían que ser, le pasen la mano por el lomito a los que por egoísmo quieren cargárselo todo.

-Y luego está lo de Rociíto.

-Sé que Rociíto ha sufrido. No la juzgo porque cada uno somos dueños de nuestra vida y de lo que pensamos que tenemos que hacer.

-Ir a contarlo a la tele no es que ayude mucho a la propia credibilidad.

-Yo nunca contaría nada personal en televisión.

-Antonio David.

-Muchos piensan que es un sinvergüenza, pero para condenar a alguien hay que tener pruebas.

-Ahora parece que si eres un hombre, ni siquiera esto hace falta.

-La presunción de inocencia es fundamental para la convivencia.