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Carlos Herrera  

 

COPE

El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, no esconde la tristeza al no poder celebrar los sanfermines por segundo año consecutivo

Por segundo año consecutivo se han suspendido los sanfermines por la pandemia de coronavirus. Una decisión que tomó el Ayuntamiento de Pamplona en el mes de abril y que visto, hoy día, cómo están los datos es la mejor de las decisiones.

Este 6 de julio Pamplona sería blanca y roja y a las 12 escucharíamos desde el ayuntamiento el tradicional chupinazo que marca la salida de una semana de fiestas en la que los encierros son los grandes protagonistas para después dar paso a los almuerzos, toros y más fiesta.

“Sería un momento en el que estaría en mi despacho del Ayuntamiento, hoy estoy solo no hay nadie, y estos estaría esto lleno de actividad, de organización de nervios” describe el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, cómo se viviría este día desde el consistorio en una situación normal y confiesa sentir “una profunda tristeza”.

Apela el alcalde al “sentido de la responsabilidad y más con la que está cayendo, nos ha dado un mazazo los datos de este fin de semana” y está convencido en que la gente “va a cumplir las normas y hemos organizado un dispositivo, un centro de mando, con Policía Municipal, Foral y Guardia Civil para coordinar todo y donde haya incumplimientos actuaremos y se hará cumplir las normas”.

Muestra Maya su preocupación por la gran cantidad de reservas para este día en restaurantes del centro para el tradicional almuerzo “es peligroso porque se pueden juntar hasta 150 personas en la calle y eso es una temeridad”.

Explica el alcalde de Pamplona que finalmente han tomado la decisión de no celebrar los sanfermines tampoco en septiembre “lo veo muy difícil, de hecho también nos hemos reunido con la Casa de la Misericordia y tampoco va a organizar corridas de toros, estaba intentándolo pero esto es demoledor. Me he quedado muy aplanado con los datos”.