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Carlos Herrera  

 

COPE

La actualidad económica en 'Herrera en COPE' con el profesor Gay de Liébana. 

Los impuestos marcan la actualidad. SI en EE.UU los ricos de verdad, esos que lideran la lista de los multimillonarios, pagan menudencias en el impuesto sobre la renta, en España a todo hijo de vecino afecta el famoso IRPF, que este año depara algún que otro sustillo por lo que toca pagar.

2020 fue un año anormal, pero llegado el momento de rendir cuentas con Hacienda no hay más 'tutía'. La mirada impositiva está puesta en ese pacto del G-7 para instaurar un tipo mínimo global del impuesto sobre sociedades que, en principio, sería del 15%. Del G-7 la propuesta tiene que pasar al G-20, luego a la OCDE y después a los distintos países, con la voz de la Unión Europea donde sabemos de antemano que habrá fricciones.

Y tras un largo recorrido, veremos si fragua la propuesta de armonización fiscal porque algunos países esgrimirán, justamente, su soberanía fiscal. Es evidente que países con baja tributación, caso de Irlanda y Luxemburgo, discreparán de tal armonización fiscal. Y por más que se les acuse de dumping fiscal, es normal que cada país intente sacar el máximo provecho de su seducción fiscal para atraer a grandes compañías que se instalen, impulsando vigor a su economía, como sucede en Irlanda, cuyo PIB en 2020, a pesar de los pesares creció en 2020.

Hay otro factor decisivo al respecto de ese mal llamado dumping fiscal: la situación de sus cuentas públicas, controlando la deuda y un mínimo déficit o, incluso, superávit, y el liviano peso del gasto público hace innecesario aumentar la presión fiscal y exigir más impuesto sobre sociedades. En Irlanda, en 2020, con todo lo malo de un año tan enrevesado, su gasto público fue del 28,4% sobre el PIB, mientras en España del 52,3%. Y en Luxemburgo su deuda pública no llega al 25% del PIB. ¡El quid es el gasto público! ¡Abrazos virtuales y entusiasmo a raudales!.