COPE

Ha escrito "Vivir con arte"

De todos los Joaquines que existen en el registro civil, es el único que no necesita apellido para saber quién es. Usted dice Joaquín, hace una breve pausa, y ya todo el mundo sabe quien es. Y si no lo saben, añadan un: “El del Betis”. A veces recurrimos a él, para que nos alegre una buena jornada de fútbol. Otras veces para poder apuntar un buen chiste. La mayoría de todas ellas, recurrimos a Joaquín, para “Vivir con Arte”. Como el libro que acaba de escribir.

Y no siempre ha sido Joaquín el del Betis, porque antes fue Joaquín el Chino, porque su tío tenía un bar con ese nombre y toda la familia siempre han sido “Los Chinos”, un bar que existe que lleva su hermano Ricardo.

Quien le iba a decir que la puerta 2 del Villamarín tendría su nombre, pero Joaquín se lo ha ganado. Las claves, el secreto, la guía de vida es su nuevo libro: “Vivir con Arte” sobre cómo ha afrontado sus sueños, cómo saca el lado positivo, “intentar siempre aprovechar lo bueno, y siempre he sido muy optimista y alegre”.

Reconoce en Herrera en COPE que se ha privado de cosas “a la edad de salir, yo ya jugaba al fútbol y me privé de salir para estar a la altura y estar perfecto para cumplir mi sueño”. Dice que “es muy fácil perderse cuando eres futbolista de éxito”. Y es que Joaquín quinto máximo goleador de la historia del Betis, jugador con más partidos del club verdiblanco (462) y el segundo de toda la historia de LaLiga (579), sólo por detrás de Zubizarreta, podría haberse perdido “pero siempre mi padre ha estado pendiente de mi y eso ha sido fundamental, después mi mujer a la que conocí con 21 años”.

Disfrutar del momento e ir con ganas a un partido, es lo que hace que se sienta a gusto con lo que hace. Por eso en el vestuario, “intento que la gente esté feliz, que no crea que va al trabajo”. La actitud es uno de los puntos importantes de su libro, porque Joaquín se ríe de si mismo, y se ríe de la vida, porque sabe lo que no tiene que hacer: tomársela demasiado en serio.

Todos tenemos algo en común: vivimos lo bueno, lo malo, lo peor y lo mejor. A todos nos toca luchar para conseguir lo mejor, sin dejar de disfrutar lo bueno; esforzándonos para pasar lo malo y superar lo peor. Porque de lo más bajo puedes subir a lo más alto... o al revés. Y el secreto de una buena vida siempre está en el mismo lugar: en tu cabeza, ¡y en tus manos!

No importa si eres futbolista o trabajas en una oficina, porque todos tenemos nuestra historia. Y esta es la mía. Verás que no es ningún cuento de hadas, sino un día a día de esfuerzo, porque hace tiempo que tomé una decisión: disfrutar del presente y trabajar para el futuro, valorando las cosas buenas y a las personas que quiero. Porque para vivir la vida no basta con respirar. Hay que vivir con arte.

«Si has visto alguna vez en tu vida un partido de fútbol, aunque sea por casualidad, te habrás fijado en una cosa: todos los jugadores fallan en alguna jugada o en alguna acción. Todos. Desde el número uno del mundo, hasta el chaval que juega en el recreo del cole. Los fallos y los errores son normales, tanto en la alta competición como en el día a día. Intentar ser perfecto es la excusa para no moverte de tu sitio: "Si no me sale bien, ¿para qué intentarlo?". Pues para conseguir las cosas que quieres, para eso. Porque si no te atreves a fallar, jamás podrás ganar.»